Trece detenidos por la paliza que acabó con la vida de un joven en La Coruña

Tenía toda la vida por delante, pero unos asesinos se la arrebataron. A las tres de la madrugada Samuel Luis Muñiz, un auxiliar de enfermería de 24 años que trabajaba en el geriátrico de Padre Rubinos de La Coruña, se encontraba junto a tres amigas en la Avenida Buenos Aires, junto al paseo marítimo, tras pasar una noche de fiesta en un local cercano. Pero recibió tal paliza por parte de una turba de jóvenes que falleció en el Complejo Hospitalario Universitario poco después de su traslado.

La paliza se produjo cuando los agresores interpretaron que éste les estaba grabando con el móvil, según explicaron fuentes de la investigación. Los amigos del fallecido aseguran que el motivo de la agresión fue la orientación sexual del joven y que le pegaron al grito de «maricón», según explicó ayer la presidenta de la Asociación por la Libertad Afectiva y Sexual de La Coruña, Ana García.

«A las familias de los que mataron a mi hijo les preguntaría cómo se sentirían ellos si estuvieran en mi lugar», declaró el padre de la víctima, Maxsoud Luiz, que pide justicia. Asegura que lo único que hizo Samuel fue intentar mediar en una discusión. El padre dejó ayer un mensaje en el suelo en el lugar en el que su hijo recibió la paliza. «Nos quitaron la única luz que iluminaba nuestra vida. Deseamos que nunca más vuelva a ocurrir otro día tan negro como el que estamos viviendo. No a la violencia», suplicó.

Los colectivos de defensa de los derechos LGTBI han hecho un llamamiento a la ciudadanía para que acuda a las ocho de la tarde de hoy a las plazas de las principales ciudades gallegas, entre ellas, la de María Pita de La Coruña. Enmarcan el asesinato en «la escalada de agresiones de odio» que está sufriendo el colectivo. Diferentes ciudades españolas, como Salamanca, Dos Hermanas, Barcelona y Logroño, también albergarán concentraciones de condena. Una larga lista de asociaciones se sumaron al hashtag #JusticiaparasSamuel creado en las redes sociales por sus amigos para denunciar «el crimen homófobo».

«Todavía vivimos en un mundo repleto de LGTBIfobia», apuntaron desde la Asociación de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales de Cantabria. La ministra de Igualdad, Irene Montero, mostró su cariño a la familia y condenó los hechos en su perfil oficial de Twitter. «Debemos construir entre todas y todos una sociedad más libre en la que no dejemos cabida al odio», urgió.