El asesino confeso de Mateo, el niño que murió apuñalado hasta once veces en Mocejón, ha pasado su primera noche en la prisión de Ocaña. Tras tomarle declaración, el juez instructor del caso decretó prisión provisional comunicada y sin fianza a Juan Francisco, de 20 años, a quien se le imputa un presunto delito de asesinato.
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Según informa 'ABC', nada más llegar al centro penitenciario, el joven fue examinado por el médico de la cárcel. Debido a su estado de desorientación, determinó que quedara ingresado en la enfermería. El chico, según reveló su padre a la Guardia Civil que acudió a su vivienda a detenerle el pasado lunes, sufre hasta un 70% de discapacidad psíquica.
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Una de las hipótesis en las que los investigadores trabajan es que el arrestado sufriera un episodio delirante cuando se plantó en el campo de fútbol en el que el pequeño de 11 años se encontraba junto a otros niños, y les atacó: Mateo fue el único que no pudo escapar. Según relató a la Policía, Juan Francisco tuvo la sensación de estar jugando en un videojuego. Por este motivo, los peritos analizan sus consolas y dispositivos electrónicos para estudiar en qué tipo de juegos entraba y cómo han podido influir.
A su llegada a la cárcel, el autor confeso del crimen seguía mostrando un estado mental preocupante. «Estaba desorientado completamente, sin saber quién era ni dónde estaba», han revelado fuentes cercanas al caso. Por eso, a Juan Francisco, que pasaba una temporada en este pequeño pueblo de Toledo junto a su padre -sus progenitores están divorciados-, no se le ha asignado una celda individual. Pasará los días en una colectiva con internos de confianza. Ellos lo vigilarán de día y de noche por si le da por hacer alguna locura, aunque esos reclusos también están en riesgo.
Estará controlado, además, por el médico, los enfermeros y los funcionarios de la prisión que trabajan en este espacio sanitario. En las próximas semanas, forenses del juzgado irán a la prisión para evaluar al recluso.
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Mientras, continúa la investigación del caso, que ha conmocionado a toda España. Sigue sin encontrarse el arma homicida. Las muestras recogidas en el cuchillo de carne en el que el perro de la Guardia Civil detectó restos biológicos humanos han sido enviadas al Instituto Nacional de Toxicología. Ahora serán cotejados con el ADN de Mateo y los resultados se podrían conocer dentro de varias semanas. También se analizan las muestras recogidas en la ropa que Juan Francisco llevaba el día del crimen y que metió en la lavadora de la casa de su abuela.
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