Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
CARLA VEGA
Martes, 11 de enero 2022, 16:19
En unos días tan sombríos como los que está viviendo la familia de Manuel García Rodríguez, de 31 años, que falleció ahogado el pasado domingo en la playa de Foxos tratando de salvar a su perra, 'Brisa', a la que la mar había arrastrado, no ... hay palabras de consuelo. Lo que sí hay es mucho amor, tanto como el que Manuel transmitía a todos aquellos que le conocían.
La cantidad de ramos de flores y de amigos que acudieron al tanatorio de Jarrio para arropar a la familia del joven, dan muestra de que lo que dicen de Manuel quienes más lo conocían es cierto. «Era la persona más maravillosa del mundo», dicen sus amigos, que no encuentran consuelo ante una noticia que les pilló desprevenidos a todos. Tampoco llegan a creérselo del todo sus compañeros de trabajo de la depuradora de Foxos, que llegaron, destrozados, a dar un último adiós a un compañero «ejemplar, con el que daba gusto trabajar».
Todos ellos, y otros muchos vecinos, se acercaron a mostrar sus condolencias a Juan y Ana, padres del joven, que aún no dan crédito. «Era un santo, un niño buenísimo. Muy simpático y hablador, con el que se podía hablar de cualquier cosa», recuerda la familia. Ellos, y quienes más conocían a Manuel, lo definen como un joven apasionado de los animales, la bicicleta y salir a caminar. También era un hombre de campo, al que le encantaba la naturaleza, las plantas y la agricultura, sin olvidar su amor por los animales.
Esto último fue lo que le llevó a tomar la decisión de no dudar ni un momento en saltar al agua para auxiliar a 'Brisa', su perra de apenas cinco meses, cuando la vio en apuros. «Tuvo la insensatez, o la valentía, de tirarse a por su 'Brisa'. La adoraba, y no la podía dejar allí, eso lo sé yo. Él le tenía pánico a la mar, mucho respeto. No sé cómo fue capaz de ir a dar un paseo por allí ni de cómo debió brotar en él el impulso de ir a por la perrina», explica su cuñada, Lorena Rubio, quien asegura que quería a Manuel «como a un hermano».
Manuel adoraba, además de a sus padres, a sus sobrinos, Carmen y Felipe. Quien conocía bien a Manuel sabe que se desvivía por «sus niños». A Carmen, quien además era su ahijada, iba a buscarla al colegio, también en compañía de su inseparable 'Brisa'. Si el tiempo se lo permitía, tío, sobrina y otros niños del centro, jugaban un rato con la perra al salir de clase.
A pesar de ser pequeños, los niños también extrañan a su tío, y lo harán siempre, aunque Carmen, de seis años, ya le ha hecho saber a su madre que sabe que «padrino ahora está en el cielo».
Su cuñada define a Manuel como «un héroe para muchas personas, aunque sobre todo para sus padres, a quienes quería con locura». Esto lo suscriben todos los amigos que de alguna forma han querido estar con la familia en momentos tan difíciles. «Era un buen amigo, pero además una persona extraordinaria. Lo que hizo ya le describe como el héroe que es, pocos arriesgarían su vida hasta tal punto. Ha sido un honor conocerle», expresó uno de sus amigos de la infancia.
Más allá de la desgracia que envuelve su fallecimiento, sus seres queridos siempre atesorarán en lo más profundo de su corazón todos los buenos recuerdos que han creado junto a Manuel, recordándole siempre como «ese chico de la eterna sonrisa», tal y como muchos afirmaron al acercarse a despedirle.
Los amigos y allegados de Manuel le darán hoy su último adiós. Será durante el funeral, que tendrá lugar a las 16 horas en la iglesia parroquial de la localidad coañesa de Folgueras.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.