Internamiento cautelar para los tres menores detenidos por la muerte de la educadora en Badajoz

Las medidas han sido adoptadas a petición de la Fiscalía de Menores de Badajoz, que instruye la causa. La vista para la adopción de medidas cautelares se adoptó en el Juzgado de Instrucción número 1 de Badajoz, el que estaba de guardia a media tarde de este lunes, pero se inhibirá a favor del Juzgado de Menores.

Los dos varones detenidos ya estaban cumpliendo medidas judiciales por diversos delitos, pero no estaban internados en el piso tutelado, tenían relativa libertad.

Belén Cortés Flor entró a trabajar a las ocho de la tarde del domingo en el chalet del número 3 de la calle Castillo de Benquerencia, en la Urbanización Guadiana. Esta educadora social nacida en Castuera hace 35 años debía hacer el turno de noche en una vivienda tutelada cuidando de cuatro menores. Tres horas después los policías encontraron su cadáver. Había sido brutalmente golpeada y asfixiada. Tenía un cinturón alrededor del cuello.

Los menores varones, según ha podido saber este periódico, habían cometido varios delitos en Mérida, por lo que tuvieron que cumplir las medidas judiciales. Fueron trasladados a Badajoz para ingresar en una vivienda tutelada en el chalet de la Urbanización Guadiana. Habitualmente esta vivienda no se usaba para tal fin, pero la Junta de Extremadura la alquiló en febrero para poder utilizarla con ese propósito.La competencia para tutelar a los menores es de la Administración regional, pero la gestión suele estar subcontratada, en este caso a la asociación Cerujovi. HOY ha consultado a la Junta y a la empresa si se iniciará una investigación, pero no ha obtenido respuesta sobre los hechos.

En estas casas hay cuidadores que están 24 horas con los menores. Era el caso de Belén Cortés Flor que, junto a otros, hacía turnos para cubrir la jornada.

El pasado 1 de marzo, el sábado de Carnaval, los menores se fugaron de esta vivienda. El caso salió a la luz cinco días después porque el padre de uno de los menores envió un comunicado a la prensa alertando de la desaparición de su hijo. Señalaba que fue visto por última vez ese sábado sobre las 18.00 horas en el puente de la Universidad.

Su familia solicitó la máxima colaboración ciudadana para dar con él, difundiendo su nombre y fotografía. Se indicaba que podría estar en Don Benito, localidad con la que tiene relación, o en Mérida. Sin embargo fue localizado el viernes 7 de marzo en Villafranca de los Barros junto a otro menor. Fue cuando trascendió que eran dos los fugados, de 14 y 15 años. Al día siguiente, este sábado 8 de marzo, la Guardia Civil los devolvió al hogar tutelado de Badajoz, en la Urbanización Guadiana.

Poco más de 24 horas después, sucedió el crimen. Fue a última hora del domingo. A falta de conocer el informe forense, HOY ha podido saber que la víctima presentaba varios traumatismos severos, probablemente fruto de numerosos golpes. Además la encontraron con síntomas de asfixia y había un cinturón en torno a su cuello, aunque no estaba apretado cuando llegaron los agentes de la policía.

Los dos menores fugados, y otra menor, una chica de 17 años, cogieron a continuación el coche de la educadora social asesinada, un Renault Megane de color gris, y tomaron rumbo a Mérida.

Según ha podido saber este periódico, no pudieron llegar a la capital autonómica porque sufrieron un accidente de coche a la altura de Torremayor, a diez kilómetros de su destino, sobre las 22.30 horas. La policía halló el vehículo accidentado, pero no localizó en la zona a los tres chicos.