Una imprudencia arrasa un monte de La Rioja en el primer incendio grave del verano

La investigación ubica el foco del incendio sobre las 17 horas del domingo en un un área recreativa junto a una zona de cultivo al sur del término municipal de Autol, en el paraje El Prado, desde donde evolucionó hacia el sur a merced del viento. Todo apunta a una imprudencia al utilizar una barbacoa. Los vecinos de Villarroya y Grávalos vieron las llamas. Por fortuna, se quedaron a tres kilómetros de sus casas. «Llamamos a estar muy vigilantes en los comportamientos individuales para no provocar desgracias como ésta, que ponen en riesgo la vida de quienes lo intentan extinguir y que supone un daño a los ecosistemas de una zona que es Reserva de la Biosfera y que tiene un gran valor ecológico», reclamó Dorado. Con un perímetro de 11 kilómetros, el Gobierno de La Rioja cifraba en unas 350 las hectáreas afectadas, 190 de ellas de monte arbolado con encinares y pinares, sobre todo, y el resto de cultivos y monte bajo.

Después de una angustiosa noche del domingo, con una incansable lucha sobre tierra frente al avance del fuego, el despertar a un lunes más fresco y húmedo se unía a la recuperación para las labores de extinción de los medios aéreos desplazados para el operativo, que no habían podido volar por la noche.

El resultado de esas condiciones más favorables y del trabajo de cerca de 150 efectivos y numerosos vehículos terrestres y aéreos llevaba a que el Gobierno de La Rioja declarara controlado el incendio a mediodía. Eso sí, pero todavía activo con dos vehículos aéreos en ese momento trabajando en los montes y barrancos entre Grávalos y Autol. Las labores de control continuarán al menos durante el día de hoy.