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daniel martínez | enrique munárriz
Viernes, 22 de febrero 2019, 13:03
«Mi opinión personal es que fue un pirómano». Luis Trueba, la persona que hasta ahora se encontraba al frente de la agrupación municipal de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria lo tenía claro. El lunes por la mañana estaba trabajando junto a otro compañero sofocando el incendio que la noche anterior alguien había originado en la sierra de La Alcomba e hizo un descanso para atender a los periodistas que se habían desplazado al lugar junto a Miguel Ángel Revilla. A él le explicaba con todo detalle que el fuego se había originado en cinco puntos diferentes, por lo que no quedaba duda de que era intencionado. «Nosotros estamos para extinguir. De la investigación se encarga la Guardia Civil», decía a 'El Diario Montañés', que le fotografió en acción.
Seguramente, cuando el presidente regional unos minutos después ponía en valor la labor de los voluntarios, se estaba acordando de Luis. Este jueves, Revilla leía que ese chaval de 26 años había sido detenido como presunto autor de este incendio que calcinó unas 140 hectáreas de eucaliptos y monte bajo. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) que se han hecho cargo del caso no tienen dudas de que el coordinador de la agrupación de voluntarios de Ramales es el responsable. No tienen dudas de que Luis tenía razón: uno de los mayores incendios de la última surada es obra de un pirómano. Él mismo.
Oficialmente, la Guardia Civil afirma que tiene «fundadas sospechas» sobre su responsabilidad en, al menos, este incendio –no se descarta que también en otros–, pero extraoficialmente deja claro que cuentan con pruebas suficientes para señalarle. De hecho, cuando el pasado fin de semana detuvieron y posteriormente pusieron en libertad con cargos a otras dos personas en Los Tojos y San Roque de Riomiera por episodios similares, ya adelantaban que tenían más nombres en su lista. Según apuntan en un nota de prensa, ha sido muy importante la colaboración ciudadana. Eso, y los datos que han aportado su dispositivo GPS, que le sitúan en los mismos puntos donde se registraron algunos focos momentos antes de que surgieran.
Las pesquisas realizadas y las diferentes pruebas conseguidas culminaron el miércoles por la tarde. A continuación, el sospechoso fue citado para declarar en el cuartel de Ramales de la Victoria y se procedió a su detención pasadas las 21.00 horas. Tal y como ha podido saber este periódico, acudió ya acompañado de su abogado y en todo momento negó su responsabilidad en los hechos. Ya está en su casa a la espera de que sea llamado a declarar por la autoridad judicial.
Aunque Trueba llevaba tres años integrado en la agrupación de voluntarios de Ramales –el Ayuntamiento ya ha anunciado que está apartado–, el pueblo de su abuela, reside en Santander. Además, antes de formar parte de este grupo local de Protección Civil también había estado en los de la capital y Suances. «Era como Antoñita la Fantástica, aquí lo llamábamos cariñosamente el pequeño Nicolás, porque estaba en todos los saraos», asegura un excompañero, que también recuerda su «afán de protagonismo». El mismo que muchos vecinos piensan que le ha llevado, supuestamente, a prender un monte que estos días se ve negro desde cualquier punto del casco urbano.
También ha estado muy vinculado a las peñas del Racing: «Estaba en Juventudes Verdiblancas y le echaron de la grada por chivato. Iba donde los policías a decir los movimientos de otros socios cuando había algún jaleo». Aparece, por ejemplo, en las imágenes en las que algunos jóvenes trataban de impedir la entrada a la famosa junta de acciones de mayo de 2012 a los representantes del indio Alí Syed. Otros aficionados al club santanderino le recuerdan como voluntario en los controles de las puertas del estadio. Allí tampoco pasó desapercibido. En cambio, en Ramales de la Victoria, hasta esta última semana, Trueba no era tan popular. Era habitual verle al volante del 4x4 de la agrupación de Protección Civil o tomando un café en alguno de los bares de la localidad, pero poco más.
Si el lunes en Ramales se hablaba con orgullo del chico del pueblo que había salido en los telediarios dando explicaciones sobre los incendios manguera en mano, este jueves su nombre volvía a estar en boca de todos por el motivo contrario. De héroe a villano en 72 horas. «Venía de salvapatrias y resulta que lo había quemado él. Salió en la tele presumiendo de que llevaba muchas horas trabajando y mira...», lamentaba Delfina Pérez mientras observaba la foto en la que Trueba aparece junto a Revilla durante las labores de extinción:«Ahora da mucha risa verlo».
Risa, asombro, sorpresa... A María Ángeles Gutiérrez, otra vecina de Ramales de la Victoria, los sentimientos que le brotan son pena y enfado.«Siempre he dicho que ese es uno de los peores delitos que hay. Con lo necesario que es para todo. No, porque es una barbaridad aún mayor, pero habría que meterles a ellos en el fuego», asegura la mujer. Mientras toma un café con otros jubilados, se acuerda de los ganaderos a los «que todo el mundo está culpando» de los incendios.
En el bar de al lado se enteró de la noticia Santi Liendo. Acababa de salir de casa para dar un paseo con los perros y todas la conversaciones que tuvo hasta esa hora habían sido sobre el joven: «Es verdad que siendo una persona de Protección Civil es un poco surrealista. Pero bueno, se le habrá ido la pinza como se le puede ir a cualquiera...». Este vecino recuerda que fue justo durante los seis meses que estuvo trabajando para el Ayuntamiento cuando se dotó de más medios materiales y de una sede propia a la agrupación. De hecho, hasta ayer la opinión general era que este servicio «funcionaba muy bien».
Este jueves, la nave de los voluntarios, donde tienen su oficina y donde guardan los vehículos que utilizó Trueba para extinguir los incendios –quizás también para provocarlos– permanecía cerrada. Desde ella hay una vista privilegiada de la sierra de La Alcomba, que quedó arrasada por el fuego. Hasta allí se desplazaron a primera hora de la mañana los investigadores del Seprona y de la Consejería de Medio Natural para reconstruir los pasos del inculpado y buscar nuevas pruebas.
La Guardia Civil recordó este jueves que continuará con las investigaciones de los incendios que se consideren intencionados y las actuaciones preventivas para intentar evitar otros nuevos. En este sentido, afirma que resulta «de gran interés» la colaboración ciudadana y la información que puedan facilitar de la presencia de personas o vehículos sospechosos en zonas boscosas o lugares donde se esté produciendo un incendio forestal.
En medio de todas las reacciones, apoyos y críticas que se sucedieron a lo largo de la jornada de ayer, hubo un colectivo que prefirió mantenerse en silencio, a pesar de su proximidad con el conflicto y el detenido, Luis Trueba. Se trata del propio colectivo de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria, que, según pudo saber este periódico, ha decidido «no ofrecer declaraciones por el momento para no dar más pábulo a la oleada de críticas». Es la decisión tomada conjuntamente por la agrupación tras sentirse «acribillados por todos lados». De esta forma, los voluntarios optaron por «no entrar en la polémica» ni en «una cadena que no se va a romper nunca».
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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