La Guardia Civil intensifica los interrogatorios para esclarecer la muerte de la joven Esther López

A la luz de los resultados de las pruebas, tanto de las biológicas recogidas en los registros como de los dispositivos electrónicos intervenidos (también los de los otros dos investigados, Ramón G. y Carlos L.), los investigadores están llamando a declarar de nuevo a amigos y conocidos de la vecina de 35 años que desapareció la madrugada del 13 de enero y cuyo cuerpo fue hallado 24 días más tarde por un senderista junto a la cuneta de la carretera que da al municipio tras cuatro batidas multitudinarias por el término que resultaron infructuosas.

Además, agentes de la Guardia Civil han tomado esta mañana declaración 'in situ' a varios vecinos del pueblo, con los que han querido contrastar determinados datos, según han confirmado fuentes de la investigación.

Otro dato que ha trascendido de la investigación es que el móvil de Esther no era el que utilizaba habitualmente porque se le había estropeado unas semanas antes y que el exterior del dispositivo que apareció junto a su cadáver, de segunda mano, que podría haberle prestado un conocido suyo, «estaba limpio y no aparecieron huellas en él».

En la localidad de Traspinedo, tras la calma tensa de las últimas semanas en las que el caso de Esther dejó de abrir los programas de televisión, el ambiente vuelve a estar enrarecido desde el último golpe de efecto orquestado por la UCO de la Guardia Civil, que ha focalizado las pesquisas de nuevo en el amigo que, supuestamente, fue el último en ver con vida a Esther. Entre la incredulidad y la sospecha, los vecinos llevan ya casi tres meses bajo el ojo público, sorteando las cámaras en la localidad y hastiados por el ruido mediático, aunque deseosos de saber. El hecho de que los investigadores estén volviendo a llamar a la Comandancia a personas del círculo íntimo de la joven fallecida que ya declararon, no contribuye tampoco a destensar los ánimos en Traspinedo donde, se esclarezca o no el misterio de la desaparición y muerte de Esther, nada volverá a ser lo mismo.