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S. Neira / C. Del Nero
Miércoles, 24 de mayo 2023, 07:25
La familia y amigos de las dos mellizas de 12 años, Aleksandra y Anastasiia, que se precipitaron el viernes por una ventana del sexto piso del número 47 de la calle Facetos de La Ería, rompieron ayer su silencio con una carta abierta para transmitir « ... nuestro más sincero y rotundo agradecimiento a la sociedad en su conjunto» por las muestras de apoyo recibidas ante esta tragedia e instaron a todos, «y muy especialmente a las administraciones e instituciones, a que este hecho tan trágico y luctuoso no caiga en el olvido». Pidieron que estos últimos se impliquen, indican en el escrito, en «ayudar a esta familia rota por un dolor inmenso, a sobreponerse y a sacar adelante al maravilloso menor que aún les acompaña», en referencia al hermano pequeño, de 10 años, de las niñas.
La carta, enviada ayer por la mañana a medios de comunicación, se ha escrito «en memoria de Aleksandra y Anastasiia y por su eterno descanso» y se centra en mostrar «nuestro más sincero y rotundo agradecimiento», además de a la sociedad en su conjunto, a todos los ámbitos, local, autonómico y estatal. Enumeran a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la Policía Local, la Cruz Roja, Justicia, Salud Pública, Educación, la comunidad educativa del colegio pública de La Ería -donde estudiaban las niñas y que el lunes las homenajeó con dibujos y una suelta de globos- y los medios de comunicación «por haber informado, salvo muy anecdóticas excepciones, con veracidad, el debido rigor y ante todo el mayor de los respetos hacia la intimidad de la figura de dos menores excepcionales y su familia».
Mencionan, además, explícitamente, la «enorme e impagable generosidad» del alcalde, Alfredo Canteli, que extienden al Ayuntamiento, así como al deán ortodoxo Andréy Kórdochkin, quien ofició en la más estricta intimidad el rito de despedida, y a «cada uno de los miembros de Funerarias Reunidas». Ya en la última parte del escrito, la familia y amigos reiteran que están «eternamente agradecido» y concluyen con un «descansen en paz».
Hoy se cumplen seis días desde que Igor y Olga, el matrimonio de 43 años y 44 años y de origen ruso, perdió a sus pequeñas. Un «suceso trágico», como lo definió la Policía Nacional, donde se descartó desde un primer momento la intervención de terceras personas. Tras lo ocurrido, que conmocionó a Oviedo, de luto oficial el viernes y el sábado, los agentes investigaron el entorno familiar y educativo de las menores. Se descarta, en principio, un caso de bullying. De hecho, la Fiscalía no ha abierto ningún tipo de diligencias al respecto. Otras fuentes apuntan a que han aparecido dibujos suicidas en su dormitorio y que una podría haber incitado a la otra, si bien no hay confirmación oficial.
Las mellizas, según sus conocidos, estaban perfectamente integradas en el colegio, al que también acudía su hermano, eran estudiantes «de sobresaliente» y estaban muy unidas. «Hacían todo juntas», señalaron. La familia se había asentado en Asturias hace ya unos años y las menores dominaban el castellano.
Aún cuesta entender «este suceso desgarrador», como lo definió el lunes la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa. «Es tremendo cualquier tipo de suicidio, pero en este caso la muerte de dos niñas tan inesperada es trágica», definió.
Fue el padre de las menores quien dio la voz de alarma con sus gritos al regresar de dejar a su otro hijo en clase cerca de las nueve de la mañana. Las dos hermanas, en lugar de ir al colegio, subieron dos pisos -viven en el cuarto-, dejaron sus mochilas en el descansillo y abrieron la ventana. Nada se pudo hacer por su vida.
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