A. Mateos
Jueves, 1 de febrero 2024, 12:36
Los padres de Ethan se llevaron un buen susto el pasado sábado cuando vieron a su hijo dentro de una máquina caza peluches en un centro comercial en Brisbane (Australia). El pequeño «aventurero» -así lo definió la Policía de Queensland que intervino en la actuación- se coló a través del agujero en el aparato y como si fuese algo habitual en su tiempo de ocio, se puso a jugar con los muñecos de Hello Kitty.
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Fueron los propios padres los que llamaron a la Policía porque no lograban sacar a su hijo de la máquina. Ethan, por el contrario, no parecía tener prisa. Cuentan los agentes que acudieron al centro comercial que el crío «no tenía prisa por salir».
La intervención fue rápida y sencilla. Los policias le pidieron a Ethan que se acercase a su madre, situada en la esquina contraria del cristal que iban a romper, y que se tapara los ojos. El niño obedeció y los agentes rompieron uno de los cristales. Ethan apenas se dio un susto. La pesadilla había terminado para la familia de Ethan.
La Policía de este municipio perteneciente a Brisbane se lo tomó con humor. Subió a sus redes sociales el momento del rescate del pequeño y presumió de haber ganado la partido a la máquina: «Ethan y la policía: 1. Máquina de ganchos: 0».
Aunque parezca extraño, no es la primera vez que ocurre algo así. Ya sucedió en Irlanda y el protagonista también fue un niño de tres años. Pero a diferencia de Ethan, este crío no llegó a alcanzar los peluches y se quedó a trapado en la zona de entrada.
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