La Ertzaintza registra la novena denuncia por agresión sexual relacionada con el osteópata de Tolosa

Al menos una de las nueve denunciantes es menor de edad. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Tolosa decretó el pasado 2 de febrero el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza del osteópata, por «el número de denuncias interpuestas», que entonces eran seis, y dada «la existencia de riesgo de fuga».

La última denuncia se interpuso este pasado jueves, han señalado fuentes del departamento vasco de Seguridad. Las primeras se remontan a enero tras haber recibido las primeras dos denuncias y fue el 21 de ese mes cuando el presunto agresor fue detenido por la Ertzaintza. La Ertzaintza continúa con la investigación para determinar el número total de víctimas afectadas por este presunto agresor sexual.

Según han declarado algunas de las víctimas, «el presunto autor de los hechos comenzaba su sesión de masaje en zonas como la espalda, el cuello, o los lumbares, pero, una vez transcurrido cierto tiempo, sin ningún consentimiento ni autorización previa de las víctimas, la manipulación del hombre llegó hasta zonas íntimas». En ambos casos las mujeres estaban solas en la consulta y aseguraron que llegaron a «sentir miedo por el comportamiento del hombre durante la sesión de masaje», dado que se encontraban solas junto al osteópata.

El hombre fue detenido el 21 de enero, tras haber recibido las dos primeras denuncias, una de ellas de una menor de edad. Tras pasar a disposición judicial, quedó en libertad con cargos. No obstante, la Ertzaintza sospechaba que tras hacerse públicos los hechos podrían aparecer nuevas víctimas, como así ocurrió. A finales de enero se interpusieron cuatro nuevas denuncias, sumando un total de seis.

El juzgado que instruye el caso tomó declaración a las cuatro víctimas y de nuevo al investigado, tras lo cual decretó su ingreso en prisión sin posibilidad de fianza. La decisión, informaron fuentes judiciales, se debió al aumento de los casos y a «la existencia de un riesgo de fuga por lo elevado de las penas que podrían imponerse en caso de condena».