Una mujer de 75 años muere en su casa de Deba por una bala perdida de un cazador

Una auténtica fatalidad acabó ayer con la vida de una mujer en Deba. La vecina, de 75 años de edad, falleció cuando se encontraba tranquilamente en su casa al recibir el impacto de una bala perdida de un cazador que atravesó la ventana de la habitación donde estaba. El origen del disparo fue una batida de jabalíes autorizada que realizaba un grupo en una zona boscosa cercana, pero la Ertzaintza investiga ahora las circunstancias de este terrible suceso.

El accidente se produjo sobre las tres de la tarde, cuando la mujer se encontraba en su casa, en el primer piso de un bloque de viviendas que antiguamente era la casa cuartel de la Guardia Civil de la localidad. En ese momento, una bala impacto contra la ventana e hirió en la cabeza a la mujer, oriunda de Extremadura, pero que lleva muchos años residiendo en la localidad guipuzcoana, donde ha criado a sus dos hijos y sus nietos, explicaron desde su entorno a este periódico. Según la primera información de la Ertzaintza, los servicios de emergencia acudieron a la casa después de que sus familiares alertasen de que se encontraba en el suelo con una lesión sangrante en la cabeza, y la trasladaron al Hospital Donostia, donde falleció debido a la gravedad de la herida.

El origen del disparo, según se comprobó después, estaba en una batida de jabalíes que un grupo autorizado estaba llevando a cabo en una zona próxima, en la mancha de Iztiña de Deba, en los alrededores del bosque Ozio. «Un accidente. Ha sido un fatal accidente», se lamentaba en conversación con este periódico uno de los 25 integrantes del grupo. «No suele ser habitual que se produzca un suceso así en una batida, pero ha pasado. No sabemos muy bien cómo ha sucedido porque no nos hemos percatado de nada hasta que nos lo ha comunicado la Ertzaintza», explicaba.

La Policía autónoma ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso, determinar el origen de la bala y depurar posibles responsabilidades. Anoche no informó de ninguna detención.

El cazador que formaba parte del grupo aclaró que «era una batida de las que hacemos habitualmente. Habíamos comunicado que se iba a realizar y contábamos con los permisos necesarios para llevarla a cabo». Y añadía, «tras rastrear la zona con los perros, teníamos localizados a un grupo de jabalíes en la zona y procedimos como siempre a tenerlos situados para después cazarlos».

Agujero en el cristal

Hasta ahí todo iba bien, pero una de las balas disparadas por alguno de los más de 25 cazadores que participaban en la batida se desvió por causas que se investigan y acabó impactando en una ventana del primer piso del inmueble cercano. La peor fortuna imaginable quiso que el proyectil no solo atravesara la ventana sino que impactara en la cabeza de la mujer provocándole una herida que acabó resultando resultó mortal.

Según la información facilitada por el Departamento de Seguridad, cuando recibieron el aviso, los servicios de emergencia, ambulancia, patrullas de Policía Local y Ertzaintza trasladados a la vivienda encontraron a la víctima en el suelo de la casa con una lesión sangrante en la cabeza. La mujer fue asistida en el domicilio e inmediatamente trasladada al Hospital Donostia, donde falleció.

Las primeras pesquisas tras percatarse del impacto de bala, llevaron a los agentes policiales a localizar el impacto en una de las ventanas. La bala había entrado desde el exterior. Al trazar la trayectoria, los investigadores localizaron el posible origen del disparo en el grupo de cazadores que realizaba la batida de caza mayor en la zona boscosa mencionada. La Ertzaintza comunicó entonces al responsable del grupo lo ocurrido. La investigación se alargó hasta bien entrada la tarde-noche en el lugar del suceso por parte de los cuerpos policiales.