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T. C.
Lunes, 25 de noviembre 2019, 07:18
Un total de 4.659 mujeres recibe algún tipo de protección por parte de la Ertzaintza como víctimas de violencia de género o doméstica, de las que 85 tienen que vivir con escolta permanente o esporádica, en función de su riesgo. La cifra va creciendo ... año tras año. En 2018, por estas fechas eran 4.565, lo que representa un crecimiento del 2%. Ya entonces la cifra también había aumentado en 80 con relación al ejercicio anterior.
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia Machista, el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco señaló que el registro actual de víctimas con expediente policial de protección por violencia machista es de 2.356 en Bizkaia, 752 en Álava y 1.551 en Gipuzkoa. Para los expedientes más graves, se prevé la escolta personal de la mujer maltratada de manera permanente u ocasional. Cuentan con ella ahora en Euskadi 85 víctimas frente a las 66 del año pasado, lo que supone un aumento en relación al ejercicio pasado de nada menos que un 28,8%.
En ciertos casos, por orden judicial, se asigna al agresor una pulsera electrónica para asegurar el cumplimiento de la orden de alejamiento. En estos momentos el número de agresores con pulseras de control telemático asciende a 46 (hace un año eran 30). Respecto a las órdenes de protección o alejamiento dictaminadas por una autoridad judicial, la situación actual es de 3.291 órdenes en Euskadi.
El Departamento de Seguridad explicó que los protocolos de actuación para prevenir y hacer frente al maltrato hacia mujeres se pusieron en marcha en 2006 y entre ellos destaca un sistema de evaluación de riesgos que se elaboró con la Universidad del País Vasco y que se va revisando periódicamente, la última vez en 2013.
Cada vez que se detecta un nuevo caso, la Ertzaintza procede a su registro informático y desde ese momento, con independencia del nivel de riesgo asociado a la víctima o de la posible resolución judicial del caso, la Policía autonómica pasa a prestar «protección activa» a la víctima. La primera medida de seguridad común a todas ellas es la formación en autoprotección, seguida de una supervisión con contacto telefónico de forma periódica.
La Ertzaintza ofrece a las mujeres maltratadas el servicio de teléfono Bortxa, que es un terminal que permite un enlace directo para casos de emergencia con el centro de coordinación policial y con la comisaría que lleva su caso. La aplicación para móvil se puso en marcha a comienzos de año. El programa posibilita una rápida comunicación con las comisarías, los centros de coordinación de la Policía vasca y los servicios emergencia.
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