La donostiarra de 32 años asesinada recibió al menos seis puñaladas

La Policía autonómica se centra ahora en reconstruir los últimos movimientos de la víctima antes de que desapareciera. Fuentes consultadas señalan que estaba alojada en el establecimiento rural Haizeaberri, situado a pocos metros de donde fue hallado su cuerpo. Se trata del mismo agroturismo que la Ertzaintza tuvo que desalojar en Nochevieja, ya que en su interior se estaba celebrando una fiesta que incumplía la normativa sanitaria por el Covid-19. Un total de 20 personas fueron identificadas, todas ellas jóvenes de localidades de la comarca de Urola-Kosta, por superar el límite de reunión permitido y por no llevar mascarilla. Por el momento, no hay ninguna evidencia que relacione la fiesta o sus participantes con el asesinato de Aintzane Pujana, pero lo cierto es que ella se encontraba en la casa rural cuando tuvo lugar la celebración. Entre los identificados, no obstante, no se encontraba la víctima. Todas las personas que estuvieron en Nochevieja en el agroturismo están siendo interrogadas por la Ertzaintza con el fin de recabar pistas sobre los movimientos que pudo hacer la mujer aquella noche, con quien estuvo, cuándo y dónde fue vista por última vez, entre otros aspectos.

La Policía vasca registró la denuncia por su desaparición el pasado 1 de enero. Fue su pareja, que no se encontraba alojada en la casa rural, quien acudió a comisaría para alertar a la Ertzaintza de que no tenía noticias de ella y no contestaba a sus llamadas. A partir de ese instante la incluyó en la lista de desaparecidos y elaboró, como suele hacerse en estos casos, un cartel con su fotografía, sus datos personales y la ropa que vestía cuando fue vista por última vez. Unos operarios que se encontraban retirando basura en una zona de matorrales junto al río Urola hallaron sobre las 11.00 horas del lunes un cuerpo sin vida, que se encontraba «boca abajo y con los pantalones un poco bajados», según el testimonio de uno de ellos. La víctima coincidía con la descripción física de Aintzane Pujana y vestía la misma ropa que llevaba cuando desapareció. Ayer por la mañana el director de la Ertzaintza, Rodrigo Gartzia, confirmó lo que había adelantado este periódico, que el cadáver hallado en Aizarnazabal era el de esta donostiarra de 32 años.

Gartzia afirmó, en declaraciones a Euskadi Irratia, que aún es pronto para poder decir que se trata de un asesinato machista, aunque se han dado pasos en la investigación. «No podemos decir mucho más porque todas las hipótesis están abiertas», insistió. Además, el juez ha declarado las actuaciones secretas, por lo que no han trascendido detalles acerca de los avances del Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Gipuzkoa, encargado del caso.