Deja a su madre encerrada en el balcón de un hotel en San Sebastián y se va hasta Burgos

Minutos más tarde, dos patrullas localizaban e interceptaban al vehículo y a su conductor y único ocupante, un varón de 43 años, que fue identificado y que parecía desorientado, ya que respondía con balbuceos e incoherencias a los requerimientos de los agentes, testigos de las «frases sin conexión y expresiones irreales» que refería.

Según sus datos, los efectivos del instituto armado pudieron comprobar que no se trataba de nadie de la zona. Al revisar el interior del vehículo, sin embargo, encontraron una documentación personal que resultó pertenecer a su madre, propietaria a su vez del automóvil. Desde ese momento, lo que hasta entonces estaba siendo una intervención de tráfico habitual, empezó a despertarles muchas sospechas, razón por la que procedieron a mantener una larga entrevista con el individuo para tratar de recabar información y esclarecer la situación. Fue precisamente durante la misma fue cuando, de forma sorpresiva, el detenido les informó de que realmente se encontraba hospedado en un hotel de la ciudad guipuzcoana de San Sebastián con su madre, a la que había dejado sola en el balcón, y que sin dar mayores explicaciones, había decidido coger su coche y conducir «sin rumbo fijo», hasta que ellos le habían interceptado en Saldaña de Burgos.

Los guardias civiles, que ya entonces recelaban claramente de su estado volitivo -su capacidad para controlar lo que hace o lo que dice-, reclamaron la presencia de personal médico, para que valoraran el estado psicológico del hombre, quien finalmente fue trasladado a un centro hospitalario. A su vez, los efectivos del instituto armado -en respuesta al Plan Mayor Seguridad, dirigido a la prevención y mejora de la seguridad de nuestros mayores-, practicaron diversas pesquisas bajo fundados indicios de que las afirmaciones del hombre pudieran ser ciertas.

Así, en un hotel de San Sebastián, responsables del establecimiento confirmaron sus sospechas ya que, una mujer que respondía a esa identidad, se encontraba allí hospedada. Los empleados accedieron a la habitación, donde nadie respondía, y al abrir la puerta del balcón, que se encontraba cerrada por dentro, comprobaron que allí estaba confinada la mujer que, aunque llevaba en esa situación varias horas, sin poder retornar al interior, no precisó asistencia sanitaria.