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José Carlos Rojo
Martes, 15 de abril 2025, 07:37
Según la sentencia, el condenado ejercía una posición de dominancia implacable sobre su pareja. Le controlaba el tiempo libre, la forma en que vestía; le ... forzaba a mantener relaciones sexuales y le golpeaba. Por todo ello, una secuencia de hasta nueve delitos, la Audiencia de Cantabria ha condenado a 28 años y seis meses de cárcel a un hombre acusado de agredir, violar y grabar sin su consentimiento a su pareja, sobre la que ejercía «un absoluto control», según el tribunal. La sentencia, que se puede recurrir, le condena por delitos como maltrato habitual, maltrato de obra, otros dos de lesiones, un delito continuado de violación con la agravante de parentesco y otro continuado contra la intimidad con la misma agravante, además de delitos de violación, de coacciones leves y de injurias y vejaciones injustas.
Además de la pena de cárcel, le impone 37 años de alejamiento y prohibición de comunicar con la mujer, 30 años de inhabilitación para desempeño que conlleve contacto con menores, 13 años de libertad vigilada y 9 años y 9 meses de privación de tenencia y porte de armas, una multa de 4.110 euros y una indemnización de 33.935 euros.
Según relata la sentencia, el hombre, de modo frecuente y reiterado, «ha venido desplegando frente a la mujer una conducta altamente agresiva y violenta, tanto física como verbalmente, agrediéndola físicamente de forma reiterada y sometiéndola a continuas vejaciones y humillaciones».
Además de insultarla, explica, ejercía sobre ella «un absoluto control» sobre su vida, le exigía que le tuviera informado en todo momento de dónde estaba y con quién, «obligándola a hacerse fotos en el sitio en el que se encontrase con sus acompañantes, y a responder de forma inmediata a sus videollamadas».
«Controlaba la ropa que vestía, sus comunicaciones y le prohibía beber alcohol si no era en su presencia, consiguiendo aislarla y alejarla cada vez más de sus amistades y de su entorno familiar, hasta el punto de generar en ella una permanente situación de desasosiego y un sentimiento de temor constante, que la llevó a someterse a sus deseos y a intentar complacerle en todo momento», añade.
La sentencia detalla también distintos episodios de violencia física, en un caso tras una discusión previa, cuando él la propinó una bofetada; en otro la golpeó en un ojo. También hace referencia a varias violaciones, que se producían «en el marco de una situación asimétrica de poder y en un contexto de dominación ejercida por el procesado frente a su pareja a través del control emocional y mediante el empleo de la fuerza física».
El tribunal explica que el clima de violencia física, psíquica y mental fue creciendo con el tiempo y no cesó hasta que la mujer puso una denuncia tras sufrir una agresión una noche.
La Sala condena al hombre porque considera que su autoría «resulta de forma indubitada» tras valorar todas las pruebas practicadas en el juicio, especialmente lo manifestado por la mujer, ya que su testimonio «supera sobradamente todos los filtros exigidos por nuestra jurisprudencia para constituir prueba de cargo frente al procesado».
Según la sentencia, su relato fue «persistente, coherente, plenamente creíble y plagado de detalles». Además, «goza de suficiente corroboración periférica a la vista no solo de lo declarado por los testigos, sino también a la luz del contenido de los informes médicos, médico forenses y demás periciales».
También ha tenido en cuenta los fotos, vídeos y capturas de conversaciones que se hallaron en el teléfono móvil del acusado. En suma, las imágenes que se muestran en todas las grabaciones que obran en la causa y que fueron visionadas en el acto del plenario, así como las fotografías aportadas, que «corroboran plenamente las manifestaciones incriminatorias efectuadas por la víctima de forma persistente a lo largo de la causa cuando sostiene que, en más de una ocasión, fue obligada por el procesado a mantener relaciones sexuales con penetración en contra de su voluntad, sin que la Sala aprecie por lo demás ánimo espurio alguno en su testimonio»
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