Así ha quedado el circuito de Cheste a dos semanas del gran premio de motocilismo

Ahora la escena es dantesca. Montones, kilos o toneladas, quién sabe, de barro hacen imposible pensar en poder salir el Circuit de Cheste. Pero es que también hay asfalto arrancado de cuajo tanto en los viales como en los aparcamientos o en el minicircuito de la escuela de seguridad vial. Estas son las primeras evaluaciones, las primeras inspecciones oculares cuando ha amanecido por parte de las personas que han tenido que pernoctar en la instalación. Al menos han estado al resguardo y contaban con comida y agua.

Y tampoco hay que lamentar pérdidas personales, que es en estos momentos lo más importante. Hubo algún momento de tensión, pero se solventó y quien no había ido a casa tomó consciencia de que tocaba esperar. Porque la entrada principal y los dos aparcamientos más cercanos son el vivo ejemplo de la devastación. Por ahí pasa el barranco del Poyo y una rambla, algo que ya causó estragos con las fuertes lluvias de 2008. Pero ni comparar con lo de esta vez: entonces incluso se pudo celebrar el GP de la Comunitat y evacuar sin problemas a todos los asistentes al evento.

Tampoco se atreve nadie por ahora a tratar de salir por la parte de detrás, por un camino que va hacia la universidad en Cheste. Por allí también hay que atravesar un barranco y a estas horas supondría un evidente peligro aventurarse. A lo largo de la jornada se evaluarán los daños. Este temporal ha sorprendido a operarios que montaban el entramado para los test de FórmulaE, que debía acoger el Circuit Ricardo Tormo la próxima semana. En principio, el Mundial de MotoGP debe acabar del 15 al 17 de noviembre con el GP de la Comunitat. Ahora mismo nadie se atreve a pronosticar si uno, los dos o ninguno de los eventos se podrán celebrar en Valencia.