«El chico ha sacado un puñal, la profesora se ha girado y se lo ha clavado»

Inés, vecina de Guéthary, ha sido una de las alumnas que se encontraba en la clase en la que se ha producido el apuñalamiento. Su acto reflejo ha sido el de salir corriendo del aula en cuanto ha tenido oportunidad, refugiándose en un restaurante cercano donde ha alertado de lo sucedido y ha esperado la llegada de su madre para poder volver al centro. «Estábamos en la clase de Español. Un chico ha sacado un puñal, la profesora se ha girado y se lo ha clavado. No sabía si era verdad o mentira hasta que un alumno ha abierto la puerta y hemos salido corriendo», acertaba a describir la chica, que desconoce «si el chico tenía problemas con la profesora».

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Beatriz Juez

Los alumnos de la clase en la que se ha producido el homicidio y que se han mantenido en el centro (algunos han salido corriendo), se han refugiado en el mismo acompañados de psicólogos hasta pasadas las 14.00 horas de la tarde. Durante la mañana han ido acudiendo al centro sus progenitores, que también han accedido a la clase. Inés, la joven de Guéthary, ha podido regresar a por su mochila pasadas las 15.00 horas.

A las puertas del colegio a media mañana, Noah Altamira, alumna y vecina de Hondarribia, ha explicado a DV que «nuestra clase está un piso por debajo donde ha pasado todo. Hemos escuchado gritos y gente corriendo por el pasillo, pero hemos pensado que era normal. Pero la realidad es que los gritos eran de miedo y pánico». Por su parte, Berta Tolosa, otra alumna, también residente en Hondarribia, ha afirmado que «nos tocaba salir al patio y un profesor nos ha mandado quedarnos dentro. No sabía lo que pasaba. Nos hemos ido enterando por los móviles».

Cerca de ellas, Jon y Hugo, vecinos de Hendaia de segundo curso, han aportado más detalles sobre el atacante: «Unos amigos del cole nos han dicho que el alumno llevaba un cuchillo grande, como de carnicero. Lo ha sacado de la mochila, ha apuñalado a la profesora en el tórax y ha salido corriendo de clase, pero tres profesores lo han parado hasta que ha llegado la policía. Él ha debido decir que no se sentía él mismo al hacerlo. Debía tener problemas mentales».

Fatou, vecina de Hendaia, también de segundo curso, ha añadido que «estábamos en clase y dos señoras nos han dicho que teníamos que hacer un simulacro de alerta terrorista. Nos han engañado para que no cundiese el pánico. No nos dejaban mirar por la ventana, porque se veía a profesores llorando. Hemos visto sangre en el pasillo». También ha definido a la profesa fallecida, que les daba clase, como «muy atenta con los alumnos».