Merino tras declarar ante el juez en noviembre de 2020. sane

Carmen Merino, la supuesta decapitadora de Castro, cumple tres años en la cárcel

Su abogado avanza que «está deseando que arranque el juicio», y en El Dueso señalan que es una «buena interna» y convive con las demás reclusas «sin incidencias»

Abel Verano

Santander

Martes, 4 de octubre 2022, 00:31

Este pasado sábado, 1 de octubre, se han cumplido tres años desde que Carmen Merino (Cádiz, 1958), acusada de decapitar a su novio, el jubilado vizcaíno Jesús Mari Baranda en Castro Urdiales, ingresara en prisión provisional por unos hechos por los que se enfrenta a ... una pena de 25 años de cárcel y que le sentarán en el banquillo de los acusados a partir del próximo 4 de noviembre.

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Durante todo ese tiempo, Merino solo ha roto su silencio en una ocasión. Fue el 13 de noviembre de 2020, ante uno de los tres jueces que han participado en la instrucción del caso. En aquella ocasión aseguró que «no he tenido nada que ver ni con la desaparición ni con la muerte de Jesús Mari» y que la relación que mantenían ambos era «estupenda, maravillosa, vinculada al amor; nos queríamos muchísimo».

Sobre por qué y cómo llegó a sus manos el cráneo de su pareja, nada ha dicho al respeto por el momento. «Eso de que se lo habían dejado en una caja a la puerta de casa es un bulo», aclara su abogado, quien avanza que la acusada «está deseando que arranque el juicio porque va a proclamar su inocencia». Eso lo tiene muy claro. Lo que está por determinar es si contestará a las preguntas de todas las partes: el fiscal, la acusación particular e incluso a los jurados populares, que tienen la posibilidad de plantear cuestiones en cualquier momento.

Examen

Los forenses concluyeron hace tres años que la acusada «no presenta alteraciones psicopatológicas agudas»

En cualquier caso, desde que ingresara en el penal de El Dueso, en Santoña, hace ya tres años, la encausada siempre ha mostrado un especial interés en que la instrucción acabase cuanto antes para poder defender su inocencia en el juicio. Y cuando sus anteriores abogados renunciaron a su defensa, lo primero que le pidió a su actual letrado fue que «dentro de mis posibilidades consiguiera que se celebrara cuanto antes».

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Además, Merino ha «insistido» y «peleado mucho» en los últimos meses para conseguir el sumario entero de la causa (unos 5.000 folios) al objeto de poder «leerlo» y «estudiarlo» y «poder ayudar en su defensa». Al final, lo ha conseguido después de que la Audiencia Provincial de Cantabria diera autorización para que le facilitaran un USB con el sumario.

«Carácter tranquilo»

Según comenta su abogado, durante el último año la encausada ha estado «muy abatida» y «preocupada» porque no terminaba de fijarse la fecha del juicio, aunque también hay que decir que su letrado impugnó varias pruebas y solicitó otras, con lo que no fue hasta el pasado mes de agosto cuando todo quedó resuelto y se señaló la vista oral. «Ella pensaba que el juicio se celebraría antes».

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Insistente

Merino reclamó el sumario entero de la causa, de 5.000 folios, para «leerlo y estudiarlo» y «ayudar en su defensa»

En los tres años que lleva Merino en El Dueso no ha tenido ningún problema con el resto de internas ni con los funcionarios de la prisión, según resalta su abogado, que califica de «muy buena» la relación de su cliente con todo el mundo. Fuentes de la prisión santoñesa corroboran este extremo. «Carmen es una buena interna». Su carácter es «tranquilo» y convive con las demás reclusas «sin incidencias».

En todo este tiempo, la encausada ha realizado diferentes programas terapéuticos, asiste a la escuela y colabora diariamente en las preceptivas labores de limpieza del módulo en el que se encuentra. «Tiene un carácter muy independiente, sin intimar o mezclarse en exceso con el resto de la población del penal», apuntan desde El Dueso sobre Merino, «que aparenta la madurez propia de su edad, sin peculiaridades concretas».

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Por otro lado, cuando entró en prisión fue sometida a un examen médico-forense que concluyó que «su estado físico y psicológico se encuentra dentro de la normalidad» y que «no presenta alteraciones psicopatológicas agudas». Los especialistas la describieron como «colaboradora» y «abordable», «consciente», «atenta» y «preocupada por su situación vital».

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