Incendio Málaga

Carlos, el bombero forestal que amaba la naturaleza

El profesional del Infoca fallecido en el incendio de Sierra Bermeja tenía 44 años, se crio en Almería y era padre de dos niñas de 6 y 9

JUAN CANO

Málaga

Domingo, 12 de septiembre 2021, 11:46

Se llamaba Carlos Martínez Haro y tenía 44 años. Los seis últimos los pasó como bombero forestal en el Infoca, un trabajo que le acercaba a la que siempre había sido su gran pasión, la naturaleza, pero que desgraciadamente le ha costado la vida. Carlos ... murió cuando trataba de combatir el gran incendio de Sierra Bermeja, adonde se había desplazado junto a sus compañeros del retén de Dalías, el AE214.

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Sucedió el jueves por la tarde, cuando 300 efectivos del Infoca desplegados en la sierra trataban de contener una lengua de fuego que ha llegado a tener 14 metros de altura. En ese momento, el incendio había arrasado ya más de 3.600 hectáreas y avanzaba en un frente de tres kilómetros de ancho por once de largo.

Carlos batía con sus compañeros una zona escarpada llena de pinos en un margen de la carrera hacia Peñas Blancas, cerca del Monumento al Ciclista. El fuego se les echó encima y los árboles empezaron a reventar, literalmente. El jefe del retén ordenó a su equipo retirarse hasta un cortafuegos para permanecer a salvo.

En esa maniobra, la de abandonar el punto donde combatían las llamas, Carlos perdió contacto visual con el grupo y se vio atrapado por el fuego. Al cabo de un rato lograron rescatarlo, ya sin vida.

Su pérdida ha sido un duro mazazo para la plantilla, donde era un compañero muy querido. Llegó al Infoca por uno de esos avatares del destino. La empresa para la que trabajaba, dedicada a la venta de herramientas, hizo un ERTE y Carlos, que ya era padre (tenía dos hijas de 6 y 9 años) decidió trabajar como bombero forestal.

Carlos estaba contratado para la campaña, pero no era personal indefinido. De hecho, según un familiar, estaba preparando las oposiciones para asentarse definitivamente en el Infoca. No hablaba demasiado de su trabajo ni de los riesgos que entrañaba.

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Era el mayor de dos hermanos. Nació circunstancialmente en Barcelona, donde su padre, que es oriundo del pequeño pueblo almeriense de las Tres Villas (al que solían ir de vacaciones y donde era también muy querido), estuvo destinado en el banco para el que trabajaba. Pero la familia volvió pronto a Almería. Al padre lo trasladaron a una sucursal de Adra y se mudaron allí.

Años más tarde pasó a otra oficina de la capital y la familia se instaló en Aguadulce. En todas esas localidades almerienses se repitieron ayer muestras de cariño, homenajes y minutos de silencio en memoria de Carlos, el bombero que se dejó la vida luchando contra el fuego en Sierra Bermeja para proteger una de las cosas que más amaba: la naturaleza.

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