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lucía alcolea
Lunes, 24 de junio 2019
Cerca de un centenar de efectivos de varios servicios de emergencias buscan desde la noche del domingo al joven de 16 años Manuel Blanco Iglesias, natural de Torrelavega, que desapareció mientras pescaba con su familia en Punta de la Corneja, una zona cercana a ... El Remedio, en el municipio cántabro de Ruiloba. El menor, aficionado al deporte, estaba pescando con sus padres y sus dos hermanos cuando alrededor de las ocho de la tarde decidió irse a caminar solo por un sendero cerca del acantilado en dirección a Suances. Según fuentes cercanas a la familia, el chico conoce el territorio porque no era la primera vez que acudía a este enclave con los suyos. Sin embargo, una hora y media más tarde los familiares comenzaron a buscarle y comprobaron que tenía el teléfono móvil apagado. Pasadas las 23.30 horas, el Centro de Gestión de Emergencias del 112 recibió el aviso sobre el menor perdido. Desde entonces, continúa en marcha el dispositivo de búsqueda coordinado por la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Cantabria, que se había focalizado en la costa al norte del pueblo de Liandres (Ruiloba), después de que uno de los perros de la Guardia Civil diera muestras de haber localizado el rastro del joven.
Manuel es moreno, delgado, mide 1,65 metros y en el momento de su desaparición llevaba una sudadera gris con pantalón y botas de montaña. Tras recibir la llamada de alerta en la noche de San Juan, se desplazaron a Ruiloba agentes de la Guardia Civil y de Usecic (Unidad Especial de Seguridad Ciudadana), y se movilizó al helicóptero del 112, con el que se rastreó la zona de acantilados de Comillas a Toñanes, en Alfoz de Lloredo, hasta las tres de la madrugada del lunes. También acudieron las Agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil de Cabezón de la Sal y de Comillas. Todos recorrieron la costa desde Casasola hasta la playa de Luaña en una noche que resultó muy larga y que, paradójicamente, es de las más cortas del año.
También se contó con el apoyo de Salvamento Marítimo, cuyo helicóptero se ha ido solapando con el del Gobierno regional para buscar desde el aire de forma continuada. Con el mar en calma, alrededor de las cuatro y media de la madrugada se decidió abandonar la búsqueda, que fue retomada a las siete de la mañana del lunes con la instalación del puesto de mando avanzado en el pueblo de Trasierra. A los efectivos de la noche, se unieron entonces voluntarios de Protección Civil de Reocín y de San Vicente de la Barquera, y se pusieron en marcha todos los medios de la Guardia Civil, de Voluntariado y de Salvamento Marítimo. Desde el puesto de mando se coordinan los medios y los recursos de las diferentes organizaciones que rastrean unos diez kilómetros de costa, y que se van relevando a cada instante en este amplísimo dispositivo de búsqueda.
A la actuación de los efectivos se ha unido la de numerosos vecinos, que se han presentado voluntarios para encontrar a Manuel. Desde el Centro de Gestión de Emergencias informaron de que todo aquel que quiera ayudar debe llamar al 112, dejar sus datos y esperar a que le llamen, pero sin buscar por su cuenta, con el fin de garantizar una buena coordinación entre los diferentes servicios. No obstante, el 112 informó a través de una nota que «agradece la labor ciudadana de cooperación, pero de momento es preferible que las personas no se desplacen al lugar, ya que no es necesaria su presencia».
Y es que además de los ya mencionados recursos, se cuenta con un helicóptero de rescate de Salvamento Marítimo de Gijón, otro de Santander y otro más de la Guardia Civil, por lo que, contando con el aparato del 112, en total serían cuatro los medios aéreos de los que se dispone para la operación. Mientras tanto, la familia fue trasladada a una casa situada cerca del operativo de mando, en el pueblo de Trasierra, donde está siendo atendida por miembros del equipo psicosocial de Cruz Roja para familiares. El padre de Manuel colaboraba en la tarde de ayer en la búsqueda junto a algunos voluntarios. Los familiares están siendo informados en todo momento sobre el transcurso de la operación.
Por su parte, la alcaldesa de Ruiloba, Sara Portilla, informó ayer de que el pueblo de Ruiloba «se está volcando» tratando de prestar su colaboración. «Desde primera hora de la mañana todas las mujeres de Trasierra y alrededores han acudido al puesto de mando con comida y bebida para los efectivos que trabajan en la búsqueda», dijo. En el centro de operaciones los coordinadores del dispositivo apuntan en una pizarra los agentes que se encuentran en cada momento en los tres sectores (tierra, mar y aire). Mientras, algunos vecinos llevaron con café, ollas de comida o galletas. Provisiones para una jornada que ayer se preveía dura y que lo fue.
La búsqueda continuó durante todo el día y se interrumpió a las once de la noche para retomarse a las siete y media de la mañana de hoy. El domingo también se unieron al dispositivo los miembros del Greimde Potes y los perros de la Guardia Civil. «El paso del tiempo juega en nuestra contra», apuntaban anoche los coordinadores de los equipos de rescate.
La desaparición de Manuel mantiene en vilo a los habitantes de la costa occidental de Cantabria. Desde el día después de su desaparición circula por las redes sociales una fotografía de Manuel con datos sobre su aspecto físico y vestimenta, una iniciativa de la Asociación de Difusión de Personas Desaparecidas.
Según han confirmado algunos vecinos, «no es la primera vez que alguien desaparece en esta zona de acantilados», muy frecuentada por vecinos y turistas.
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