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Una sombra de la Yihad vuelve a planear sobre España cinco años y medio después de los atentados de Cataluña. Esta vez, en forma de apuñalamiento a religiosos, la táctica preferida por los 'lobos solitarios' en Europa. Un sacristán resultó muerto, un párroco herido de gravedad y al menos otras tres personas con cortes de menor entidad, en dos ataques con un machete en sendas iglesias de la localidad gaditana de Algeciras. Ataques que, según todas las fuentes consultadas, tienen tintes yihadistas, aunque por el momento Interior evita manifestarse sobre la «naturaleza» de los hechos. El Juzgado de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional, tribunal competente para los delitos de terrorismo, se ha hecho cargo del caso, que se investiga como un atentado de uno de esos 'lobos solitarios'.
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Un marroquí -Yassine Kanjaa, de 25 años y sin antecedentes penales- fue detenido anoche como único responsable de los dos atentados. El fallecido es Diego Valencia, sacristán de la iglesia de La Palma, la principal del municipio gaditano, y el herido es el padre Antonio Rodríguez, párroco de la capilla de San Isidro. Este último recibió una puñalada y se encuentra en estado grave en el hospital.
El sangriento recorrido de Kanjaa comenzó a las 18.30 horas en la capilla de San Isidro, apenas a tres minutos a pie de la iglesia de La Palma. En esta primera ocasión, irrumpió en el pequeño templo desarmado y comenzó a discutir con los escasos feligreses que allí había, a los que conminó a profesar el Islam.
Media hora después de esa acalorada discusión regresó, ahora sí, armado con un machete de grandes dimensiones y adornado con una calavera con el que golpeó las imágenes sagradas. En ese punto, se enfrentó al párroco Antonio Rodríguez, un salesiano jubilado, cuando este intentaba echarle del templo. Acabó apuñalándole en el cuello durante la refriega.
Desde allí, el detenido se marchó a la iglesia de La Palma, donde llegó sobre las 19.00 horas. El joven, vestido con una chilaba debajo de la cual llevaba un chandal, entró al grito de «Alá es grande» en el templo cuando estaba finalizando la eucaristía. Recorrió la iglesia tirando al suelo con el machete todo lo que se encontraba a su paso: imágenes, cruces, velas... Luego, subió al altar mayor.
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En ese momento, el sacristán Diego Valencia se le acercó para pedirle que abandonara la iglesia. El sospechoso se negó y le increpó. Cuando él salía por la sacristía volvió a amenazar a dos mujeres. De nuevo, la víctima le instó a marcharse, momento en el que el asesino comenzó a perseguirle y le dio alcance en la cercana Plaza Alta. Tras caer el religioso al suelo, el agresor le apuñaló en el abdomen, al tiempo que le hería con el arma también en la cabeza. Luego continuó golpeándole el cráneo hasta que el religioso quedó totalmente inmóvil, según los testigos.
Tras el asesinato, al menos tres transeúntes resultaron heridos por cortes al tratar de detener al presunto asesino. En el forcejo, este perdió un rosario islámico ('masbaha') que llevaba consigo. Finalmente fue la Policía local de Algeciras la que logró reducir al individuo. Los agentes municipales le interceptaron en la Plaza de la Virgen de las Lágrimas, justo a espaldas de la capilla de la Virgen de Europa. Los investigadores sospechan que podría tratarse de su tercer objetivo.
Los agentes de la guardia local entregaron a la Policía Nacional a Yassine Kanjaa, tras pasar este un reconocimiento médico en el hospital, donde los funcionarios se quedaron con sus pantalones ensangrentados como prueba de los hechos. La intención del CNP era trasladar cuanto antes al supuesto yihadista a la sede de la Comisaría General de Información en Madrid, para que sea interrogado por los servicios antiterroristas antes de pasar a disposición del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón a finales de semana.
Se da la circunstancia que ayer era un día con seguridad extrema en Algeciras. Poco antes de los ataques, y apenas a un kilómetro de distancia de las iglesias, en el Auditorio Millán Picazo de la Autoridad Portuaria, autoridades como la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el presidente de la Junta andaluza, Juanma Moreno: o el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, habían inaugurado un encuentro empresarial organizado por UGT.
Juan José Marina, párroco de la iglesia de La Palma de Algeciras y vicario general del Campo de Gibraltar recordó este miércoles tras los ataques de un presunto yihadista en sendas iglesias que se encontraba en la parroquia vecina «cuando en mitad de la celebración una persona ha gritado que había un atentado en La Palma. Me vine para acá corriendo y me he encontrado esto», contó.
En declaraciones a la SER, el sacerdote explicó que el ataque se produjo después de la celebración de la misa. «Ha ido directamente a por él. No habíamos recibido amenazas, salvo puntualmente una vez. Diego (el fallecido) pensaba que era (el agresor) una de estas personas que de pronto suben al altar para tirar las cosas, pero supongo que vio que tenía un machete bastante grande y se fue a por él». «Posiblemente esta muerte iba para mí y se la ha encontrado él», se dolió Marina, quien alabó la lealtad en todo momento del sacristán asesinado.
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