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El pasado sábado se produjo una pelea multitudinaria a las puertas de una discoteca en Palma de Mallorca que acabó con un hombre apuñalado en la cabeza. Según informa el medio local 'Última hora', la víctima sufrió dos cortes en la cabeza a la altura de la oreja y fue su propia mujer quien lo montó en un coche y se lo llevó al hospital.
Los implicados en la pelea, que portaron todo tipo de armas blancas como palos, cadenas, cuchillos e incluso botellas de cristal rotas, consiguieron escapar del lugar en sus vehículos. Pero antes de la huida, agentes de la Policía Nacional y Local lograron quedarse con las matrículas de los coches. Por lo que, según publica este medio, las detenciones podrían ser inminentes.
Los hechos ocurrieron pasadas las cinco de la madrugada del sábado en la discoteca ubicada en el polígono de Can Valero de Palma de Mallorca. Se desató una pelea entre varios grupos en las inmediaciones y los miembros de seguridad del local de ocio nocturno tuvieron que salir al paso para mediar en la reyerta. Fue el momento exacto en el que, tal y como se ve en las imágenes, un hombre se aproxima a otro por la espalda y le asesta hasta dos puñaladas en la cabeza.
Apuñalan en la cabeza a un joven en una discoteca en Palma. pic.twitter.com/DI3OzUoXNg
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) February 13, 2024
En ese momento apareció en escena uno de los trabajadores de seguridad llamado Jonathan Cuevas. Este, cuenta a 'Última hora', que «mi reacción fue quitarme la braga que llevaba para protegerme del frío y taponar la herida para evitar que sangrara». Fue el héroe de la noche. «Fue una batalla campal y no podíamos controlar las peleas debido al gran número de personas que estaban implicadas en las mismas. Si no llegamos a ponernos en medio ahora estaríamos hablando de varios heridos más graves o incluso de algún muerto», asegura.
Este y su compañero de seguridad creen que trabajar en esa discoteca «es muy complicado» por la predominancia del «público latino». «Hay que tener presente que se trata de una sala que está enfocada al público latino. En su gran mayoría son buena gente, pero consumen una gran cantidad de alcohol y a las primeras de cambio no dudan en romper botellas, sacar cuchillos y apuñalar al primero que se pone por delante», cuenta el otro protagonista, Guillermo Paulino. Ambos afirman estar «cansados» de las peleas y se plantean abandonar la noche. «No vale la pena jugarte la vida por 70 euros».
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