«Es un accidente imposible»

Este fabricante insiste en que aunque surtidores como el que acabó con la vida de esta joven santanderina de 30 años pueden provocar llamaradas de hasta 10 metros, no son peligrosos. Entonces, ¿qué pudo ocurrir? Esa es la pregunta que están tratando de responder los agentes de la Guardia Civil de Ávila. Por el momento, el grupo de Policía Judicial analiza las imágenes de vídeo que varios asistentes a la verbena grabaron con sus teléfonos móviles y sigue hablando con los testigos, incluidos los propios compañeros de la víctima, que la acompañaban sobre el escenario y vieron la explosión a escasos metros.

Pero la verdadera clave puede llegar del laboratorio. La Guardia Civil trabaja en el estudio de los restos del artefacto para determinar si su contenido era el habitual. Desde la promotora Prones 1SL, propietaria de la orquesta con sede en Cabezón de la Sal, creen que ahí pudo estar el problema. «El envoltorio era el mismo de siempre, pero no lo que llevaba dentro. Lo que explotó fue algo muy distinto que hizo pedazos la carcasa de hierro que cubre el artefacto», señaló Isidoro López, responsable de Super Hollywood.

Desde la Guardia Civil confirman que es una de las hipótesis que están sobre la mesa, pero todavía es pronto para confirmarla. «Todavía no sabemos nada. Estamos muy afectados», lamentan por su parte desde Pirotécnica Estalella. Aunque se confirmara esta hipótesis, el fabricante considera muy improbable que haya otros surtidores de fuego frío defectuosos en el mercado: «Por la forma en que se elaboran no puede haber otros dañados. Se están usando continuamente y no ha habido más incidentes».

El funeral por Joana Sainz se celebrará hoy, a las 16.00 horas, en la parroquia de la Bien Aparecida de Santander. Su fallecimiento se produjo cuando la orquesta había terminado el primer pase de la verbena y activó los surtidores, una práctica habitual en muchas bandas que utilizan estos artilugios -similares a los que se emplean en el rock duro o el rock de estadio- para «dar espectáculo» en los descansos. El aparato reventó y la joven cayó sobre el escenario. De inmediato, fue asistida por dos médicos y varias enfermeras que se encontraban entre el público y trasladada de urgencia a un hospital de Ávila, donde falleció debido a la gravedad de las lesiones.

El suceso ha causado una «profunda conmoción» en un microcosmos donde todos se conocen y en el que se mueven cientos de orquestas con sus músicos, técnicos -Super Hollywood es de las más grandes, con una quincena de artistas- y camiones-escenario. «Nos sentimos muy mal. Joana era una joven con mucho futuro por delante», recordaba ayer a este periódico Igor Peña, miembro de la extinta Kosmos. «Le conocíamos a ella y a su novio, que era el saxofonista. Yo creo que Joana entró cuando ampliaron el número de músicos, renovaron el espectáculo y pasó de ser la orquesta Hollywood a Super Hollywood», señala.

También la orquesta vasca utilizaba «surtidores de chispas» parecidos, que se «activan con una pila de nueve voltios y el riesgo es mínimo. Es el primer accidente que conozco con estos aparatos», señala. «Estas bengalas no estallan. Incluso puedes tocar las chispas con las manos. Si me cuentan el accidente el día antes, yo hubiera dicho que es imposible», coincide Óscar Bergado, responsable técnico de la baracaldesa Orquesta Remix que, como la mayoría de formaciones, durante el verano puede ofrecer 100 actuaciones. Bergado explica que no es extraño utilizar este tipo de artefactos en los bolos por la propia evolución de las romerías. «Hoy en día está de moda todo lo que sea visual: pantallas de vídeo, iluminación... El público quiere espectáculo», subraya.