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josé domínguez
Miércoles, 26 de diciembre 2018, 00:05
Faltan apenas cinco días para estrenar 2019 y el balance del año todavía no puede darse por definitivo, pero sí que sí calificarse de preocupante. Según datos de la Delegaciónd el Gobierno central para la Violencia de género, el número de asesinadas por la violencia de género ... en España, 47, se mantiene prácticamente igual que en 2017. Entonces se registró una víctima más de la de la barbarie sexista. La cidra denota que, a pesar de las campañas de concienciación y la mayor presión institucional y policial, las agresiones no descienden y, lo que es peor, las mujeres todavía muestran mucho miedo a hacer pública la situación de maltrato que soportan. Así lo revela que apenas el 30% de las fallecidas habían presentado una denuncia previa contra su agresor.
Estos datos revelan una mejoría, pero que se antoja demasiado pequeña e insuficiente. Son 14 las mujeres que habían intentado defenderse de forma previa, cuatro más que hace un año. Aunque esta visión optimista decae en picado al comprobar que nueve de ellas habían contado con medidas de protección. Es más, en cinco de estos casos, los mismos que en 2017, las órdenes de alejamiento incluso seguían en vigor y el agresor se las pasó por el arco del triunfo hasta lograr quitarles la vida.
Esta, en cualquier caso, es la estadística oficial porque, según la página web 'feminicidio.net', a esta cifra habría que añadir otros 49 conrrespondientes a crímenes no confirmados como agresiones sexistas. En este sentido, el Ejecutivo solo reconoce mantener en investigación un caso de un mujer de la la localidad de Orotava, en Tenerife, que apareció muerta junto a sus dos hijas menores de edad. Pero los responsables de este portal aseguran que también habría otros asesinatos no confirmados al incurrir cuestiones «familiares», «infatiles», «por prostitución» o, simplemente, por robos o por carecer de datos suficientes.
La última víctima mortal que refleja la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género es el de una mujer en Manresa (Barcelona) que murió el 15 de diciembre y cuyo marido ha sido acusado de desasistirla. Aunque sin duda el que más ha impactado a la opinión pública es el de Laura Luelmo, la joven zamorana de 26 años asesinada en Huelva y cuyo cuerpo continúa en las dependencias del Instituto Anatómico Forense de la provincia andaluza a la espera de las pruebas complementarias de la autopsita. El informe preliminar ya afirma que murió «por un fuerte golpe» en la cabeza que presuntamente le dio Bernardo Montoya, que se ha declarado autor confeso del crimen. Precisamente su actual novia, que está presa en la misma cárcel de Huelva donde él ha ingresado en un módulo de aislamiento, ha tenido que ser trasladada al ala más alejada del recinto tras ser descubierta intentando ponerse en contacto con él.
Por otra parte, un policía municipal de Zamora de paisano logró evitar el domingo que una mujer fuera agredida por su expareja a pesar de trener un orden de alejamiento. La víctima huía por las calles de la capital junto a sus dos hijos y el agente se interpuso al darles alcance el varón.
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