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El relevo generacional, la promoción del sector vitivinícola y la mejora de los puertos pesqueros son las prioridades que se marca para esta legislatura el nuevo departamento vasco de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca. La consejera, Amaia Barredo, ha detallado en sede parlamentaria las ... líneas estratégicas del Ejecutivo en estos ámbitos, en un momento en el que «las incertidumbres han incidido de lleno en el plano agroalimentario y productivo».
La responsable del área ha hecho un rápido diagnóstico de situación, con una «dependencia exterior» que exige una mayor «diversificación» e «innovación» para garantizar el suministro y un «crecimiento en lo económico», pero también para ganar en «calidad de vida» en el medio rural. La titular del departamento ha hablado de un sector que ha crecido un 4,5% desde 2019, a un ritmo inferior que el industrial o el de servicios (15%). «La cadena de alimentación del País Vasco es un sector relevante, que representa el 9,7% del PIB y da empleo a más de 133.000 personas en Euskadi», ha expuesto Barredo, que ha aclarado que el mayor peso corresponde a la industria de transformación y no al primer sector, que «representa el 0,84% del PIB».
Sin embargo, gestiona «el 92% de la superficie del territorio», por lo que su aportación a la sociedad «es incuestionable» al ser además «el principal componente de la población rural». Pero el «victimismo» provoca que dedicarse al campo no sea «nada motivador para la juventud». El Gobierno vasco se ha propuesto «generar ilusión» con siete programas específicos dirigidos a atraer trabajadores a las explotaciones agrícolas y ganaderas, ya que el 30% de los titulares de las 12.919 registradas tiene más de 65 años y solo un 10,4% cuentan con un propietario menor de 41 años.
Además de introducir cambios normativos para impulsar la figura del agricultor profesional, impulsarán residencias en explotaciones para «favorecer el acercamiento y el aprendizaje». Se pondrán en marcha programas de acompañamiento y apoyo a jóvenes; se habilitarán instrumentos de traspaso de la titularidad; prejubilaciones con relevo a través de becas financiadas con ayudas públicas; integraciones duales; reducciones de jornada en otros empleos para su dedicación al agro; mecanismos financieros junto con el departamento de Hacienda para facilitar la liquidez a las explotaciones; y bancos de suelo agrario estratégicos.
2,5 millones de euros
se destinarán a facilitar la retirada de dinero en efectivo en los pueblos.
De forma paralela, y para «colocar en el centro» a quienes tienen su vida en los pueblos, pondrán en marcha varios proyectos de desarrollo rural. Destinarán 2,5 millones de euros en los próximos cuatro años para un programa de servicios bancarios, que no consiste solo en «dotar de cajeros» a las localidades pequeñas, sino también en facilitar «la retirada de efectivo en comercios». El envejecimiento de la población, que afecta en mayor medida al mundo rural, tendrá respuesta con el programa Berosi, para «acercar servicios a las personas mayores».
En el ámbito vitivinícola, plantean la creación de la Denominación de Origen Protegido Euskal Sagardoa y el apoyo a la producción de cervezas artesanales, pero sobre todo se centra en el vino Rioja Alavesa, «un sector maduro» que «necesita ahora ayuda». Apuestan por la «diferenciación», la «mejora de la calidad» y el «mejor posicionamiento» en un mercado en el que «hay oportunidades».
Inyectarán 22,5 millones de euros a promocionar las bodegas alavesas en mercados emergentes, tanto «estatales» como otros internacionales «en auge» entre los que se encuentran Estados Unidos, Japón, México, Suiza y Reino Unido. En su opinión, el consumidor quiere «un vino de pueblo, natural, ecológico...» y no «la generalidad», que es «la tendencia que ha llevado el Consejo Regulador (del Rioja), que no es acorde a lo que el mercado está pidiendo».
El sector pesquero, por su parte, «está haciendo un buen trabajo», en palabras de Barredo, aunque debe adaptarse a la nueva una realidad, marcada entre otras cosas por «la descarbonización, la digitalización de procesos» y el «el descenso del consumo entre los jóvenes». Apoyarán con 6 millones de euros a la industria de comercialización y transformación e incentivarán la fusión de las organizaciones pesqueras de bajura, creando una única entidad. En los puertos, se consolidará, con un presupuesto de 10 millones de euros, el dique de abrigo de Mutriku, y se invertirán otros 10 en las nuevas fábricas de hielo de Ondarroa y Bermeo y en el carro de varado deportivo de esta localidad.
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