Euskadi mantiene el toque de queda a las diez y las reuniones de 4 en Semana Santa

Además del confinamiento de los territorios, el consejo fijó que el toque de queda se prolongue desde las 23.00 horas (aunque las comunidades podrán adelantarlo a las 22.00) hasta las 6:00 durante San José y Semana Santa y también decidió limitar a cuatro el número de personas en espacios públicos cerrados y seis en espacios abiertos, mientras en los espacios privados (domicilios) solo podrán estar convivientes.

Euskadi será una de esas comunidades que optará por no modificar las actuales restricciones en vigor y mantener a lo largo del puente de San José y la Semana Santa el mismo grado de control de los movimientos y encuentros sociales para minimizar el riesgo de rebrotes. De esta manera, durante esos periodos vacacionales, el toque de queda en el País Vasco arrancará a las diez de la noche y el número máximo de personas en cualquier reunión será de cuatro. «Todos hemos aprendido de lo sucedido en Navidad y la decisión de Euskadi es mantener las medidas que ya anunció el pasado viernes el lehendakari», argumentaron fuentes del Gobierno vasco.

El LABI volverá a reunirse en la víspera de Semana Santa para analizar la evolución de la pandemia. Sólo una súbita e improbable mejoría de los datos podría llevar a las autoridades a plantearse en ese encuentro algún cambio en las restricciones. «Es algo que ahora no nos planteamos. Lo que toca es ser rigurosos y cumplir con las normas», apuntaron las mismas fuentes.

Pese a que no se sumará a la relajación de las restricciones aprobada este miércoles, Euskadi optó por votar a favor del documento final puesto que el resto de comunidades aceptó incluir la salvaguarda de que las autonomías «que se rijan por medidas más restrictivas (...) serán las que decidan la conveniencia o no de flexibilizarlas».

Dentro del ambiente de entendimiento que reinó en la Interterritorial de ayer, Madrid fue la única región que se opuso al pacto y anunció que no acatará el punto principal del documento, el cierre perimetral. «Se adopta cuando las comunidades han sido capaces de reducir la incidencia. No creemos que sea una medida que beneficie a los ciudadanos», señaló su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que agregó: «Es incomprensible que un madrileño no pueda ir a cualquier autonomía y sí se permita a un belga o a un francés. Vamos a seguir defendiendo nuestro modelo». El consejero también avisó de que el cierre perimetral provocará un aumento de la transmisión en una región tan poblada como Madrid.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, defendió que los extranjeros que viajen a España no tienen privilegios respecto a los nacionales, que no pueden desplazarse a su segunda residencia si se encuentra en otra comunidad. «Las personas que vengan por aeropuertos podrán llegar a la ciudad del aeropuerto, pero no se podrán desplazar por el resto del país», argumentó la ministra.

El anuncio del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso de no acatar las restricciones choca con la opinión de la ministra, que reiteró que el acuerdo tiene que ser cumplido por todas las autonomías sin excepción. «Se cumplirá 'de iure', porque se publicará en el Boletín Oficial del Estado, y 'de facto', porque el resto de las comunidades estarán cerradas», aseveró Darias.

Pese a la oposición de Madrid, Sanidad cumplió su objetivo: un acuerdo de mínimos que limitará la movilidad en los próximos periodos festivos, una iniciativa clave para evitar una cuarta ola y avanzar hacia el final de la pandemia. «Es un pacto de país. El objetivo es salvar vidas, no salvar festividades», afirmó la ministra.

Darias adelantó también que la Comisión de Salud Pública se reunirá este viernes para valorar de nuevo si se administra la vacuna de AstraZeneca a personas de entre 55 y 65 años después de que varios países de la Unión Europea (el último de ellos, Portugal, este mismo miércoles) hayan decidido aumentar la franja de edad para la inoculación de este remedio.