Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JAVIER PEÑALBA
Viernes, 26 de abril 2019, 08:50
El incidente registrado días atrás por el atunero bermeano 'Txori Argi' en aguas del Índico, que se vio obligado a repeler un ataque de piratas somalíes, nos retrotraen a los difíciles días que vivieron los veintiséis tripulantes del Playa de Bakio', un pesquero ... también de la misma localidad vizcaína, en abril de 2008. El personal de abordo, entre ellos cinco vascos y ocho gallegos, permaneció seis días secuestrados. Hoy se cumplen once años de su liberación.
El secuestro se perpetró cuando el barco se hallaba a 250 millas de la costa de Somalia. Era domingo, 20 de abril, ocho de la noche. El barco se encontraba parado. El patrón había localizado pescado en la zona y al día siguiente y la tripulación iba a largar las redes. Estaban a punto de terminar de cenar cuando el marinero de guardia acudió corriendo a grito de «¡que viene un speed boat (lancha rápida), «piratas, piratas!»
«Aquello fue el caos», recordó tras su liberación Jaime Candamil. «Los de máquinas nos fuimos para las máquinas y los del puente al puente. A éstos, sin embargo, no les dio tiempo a llegar. Y menos mal, porque de lo contrario, no sé que hubiese sido de todos ellos. Cuando todavía estaban en las escaleras, lanzaron una granada, pegaron un pepinazo. El proyectil impactó en el puente. Si hubiera habido alguien en esa zona, con la metralla que saltó, no lo hubiesen contado» relató el pasaitarra.
Los piratas llegaron en tres lanchas que amarraron al barco. A bordo subieron varias personas armadas. Lo primero que hicieron fue preguntar por los oficiales, por el capitán, el jefe de máquinas... En los minutos posteriores subieron más asaltantes, hasta completar unos diez, y ordenaron poner rumbo a la costa de Somalia, a aguas situadas frente a la aldea a la que pertenecían.
El Playa de Bakio navegó día y medio. Los piratas pretendían acercarlo lo más cerca posible de tierra. Sin embargo, el capitán y el jefe de máquinas les dijeron que allí había poco calado. Finalmente fondeó a pocas millas de tierra. Eran las siete de la mañana del martes, día 22.
El capitán, el jefe de máquinas y el patrón permanecieron durante todo el secuestro en el puente. Fueron los interlocutores con los piratas. A los demás tripulantes los reunieron en el comedor. No tardaron en quitarles los móviles para que no pudiera llamar a nadie y más tarde les permitieron ir a cada uno a sus camarotes
Los primeros días del secuestro fueron «relativamente tranquilos». Pero el aparente buen trato duró poco tiempo. El grupo que intervino en el asalto al barco fue relevado al tercer día y empezaron a registrar los camarotes, a pegar patadas a las puertas a los muebles. Comenzaron a pedir dinero, ropas y a algunos marineros les dejaron con lo puesto.
Los días iban transcurriendo con exasperante lentitud. La tensión no decaía un solo instante. La tripulación pasaba la mayor parte del tiempo en los camarotes. Tenían alimento suficiente y aunque quisieron imponer a su cocinero, la idea no prosperó.
Los marineros del barco podían conversar entre ellos y hasta se les permitían ir al camarote de otro compañero. Al cuatro día les dejó subir a la cubierta. Unos lo hicieron, pero otros no.
Durante el tiempo que permanecieron retenidos, los arrantzales eran conocedores de la existencia de negociaciones con los piratas, «pero desconocíamos los detalles. Nunca vimos dinero a bordo», afirmó a su llegada a Pasaia Jaime Candamil .
Las negociaciones eran una realidad. En ellas tomaron parte las autoridades españolas y fruto de las mismas, el 26 de abril se produjo la liberación. Lo anunció la entonces vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y así lo contó Jaime Candamil. «Era sábado. Sobre las once de la mañana, nos dijeron que nos iban a soltar después de comer. Pasaron las dos, las cuatro... Vimos marchar a los jefes. Allí se quedaron diez o doce chavales. No terminaban de irse. Pensé que estaban esperando a que llegase la noche para abandonar el barco».
Y continuó. «Sobre las siete de la tarde nos llamaron a todos. Nos llevaron a la popa. No sabíamos si era para decirnos que se iban o para limpiarnos el forro. Al final, nos manifestaron que se marchaban y precisaron que no nos moviéramos en veinte minutos. A los diez minutos, lo pusimos todo en marcha. Fueron unos instantes de gran tensión. No podíamos izar el ancla, patinaba. Al final la cortamos. Desde el puente, el patrón avisó a la fragata Méndez Núñez: 'Estamos libres', le dijo. Enseguida vinieron un helicóptero y dos lanchas. Ellos veían que se aproximaba otro grupo de piratas distinto, pero la presencia de la Armada les disuadió. Si no, nos hubiesen vuelto a capturar».
El marinero recordó que fue el día que más miedo tuvo. «Algunos de mis compañeros lo pasaron francamente mal. Uno de ellos empezó a sentirse mal. No podía respirar. Creí que no lo contaba. Luego descargamos toda la tensión, las emociones, nos abrazamos... Le dimos al barco toda la caña que pudimos hasta salir a aguas exteriores. Entonces empezó la fiesta. Aunque nos habían cortado todas las líneas de los teléfonos, el capitán escondía uno en un cajón y con él pudimos llamar a nuestras casas. Con el paso de las horas nos fuimos calmando».
En octubre del mismo año fue secuestrado otro atunero vasco, el 'Alakrana'. Sus 36 tripulantes, entre los que había siete vascos, un andaluz y ocho gallegos, permanecieron 47 días retenidos y quedaron en libertad tras el pago de un rescate de cuatro millones de dólares.
Los secuestros del 'Playa de Bakio' y 'Alakrana' supusieron un antes y un después en la seguridad de los atuneros que faenaban en el Índico. A partir de entonces, con las oportunas modificaciones legales, se permitió la presencia guardas de seguridad armados, facultados para emplear armamento de hasta 12,70 milímetros. Desde entonces, la seguridad ha frustrado varios secuestros. El último, el del 'Txori Argi'.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.