Espectadores separados por núcleos familiares y con mascarilla asisten a una obra en el Teatro Barakaldo. Pankra Nieto

El sector cultural teme el cierre de cines y tendrá que revisar su programación

Los promotores de conciertos creen que el decreto deja abierta la puerta a que se celebren las citas contratadas con los límites anteriores

Viernes, 23 de julio 2021, 02:11

«¡Esto es una vergüenza total! ¡No puedo mantener un cine abierto con el 35% del aforo! ¡Me obligan a cerrarlos!», lamentaba ayer Alfonso Benegas, gerente del circuito Areto. El LABI había decidido que, dada la evolución de la pandemia en Euskadi, el aforo máximo ... permitido en espectáculos se situará desde el lunes en líneas generales en el 35%, «salvo para aquellas actividades ya contratadas». Los recintos de hasta 1.600 localidades no podrán acoger a más de 400 personas en interiores y de 600 en exteriores; los que disponen de entre 1.600 y 5.000 plazas recibirán a un máximo de 600 en interiores y 800 en exteriores; y aquellos en los que el aforo supere las 5.000 personas lo reducirán al 20%, cuando hasta ayer regía el 30%.

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El 18 de junio, el sector cultural empezó a ver luz cuando el LABI amplió al 60% los aforos establecidos en el 50% desde el final del confinamiento y fijó nuevos topes para grandes recintos como el BEC y Miribilla. «El aforo de los cines no se vio reducido al 35% ni en los peores momentos después del confinamiento. Esto de ahora no es normal, cuando está demostrado que la gente no se contagia en los cines ni en los teatros, donde tenemos todos los controles, sino en los botellones», decía ayer Benegas, que preside la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE), pero que habló con este periódico como gerente del circuito Areto, ya que la patronal no se pronunciará hasta después de una reunión que se dispone a celebrar con carácter urgente.

«Creo que falta en Euskadi un interlocutor entre el Gobierno vasco y el mundo de la cultura»

David CamÍn

El empresario, que tiene hoy abiertas diez salas en Getxo (7) y Durango (3) y gestiona 59 locales, cree que el martes echará la persiana de sus cines vizcaínos. «Me voy a tener que plantear el cierre. A mí no me van a cobrar el 35% de la luz, el alquiler y los impuestos. Esto es insostenible», se queja Benegas, quien sospecha que otros colegas se verán en la misma situación. Él reivindica que «la cultura es segura» y recuerda que en Madrid, La Rioja y Andalucía los cines están abiertos con el 75% del aforo.

En el Arriaga, que tiene programados tres espectáculos del 19 de agosto al 12 de septiembre, se adaptarán a la reducción de 600 a 400 localidades. Aunque las ventas van bien, ninguna obra ha superado todavía las 400 entradas, indicaron ayer en el teatro bilbaíno. «Nos amoldaremos a ese límite, pero habrá que ver qué pasa más allá de septiembre». Los responsables del Euskalduna, que este fin de semana acoge los últimos actos del Aurrera Fest, examinarán el impacto de las nuevas limitaciones en su programación y hablarán con los promotores antes de tomar ninguna decisión. En su auditorio, con capacidad para más de 2.164 personas, las 800 que pueden entrar ahora se reducirán a 600 a partir del lunes.

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Incertidumbre es la palabra que resume el sentimiento de promotores de grandes conciertos como David Camín, de Flyn Music, organizador del Bilbao Musik Fest. El ciclo se celebrará entre agosto y octubre en Miribilla y contará con Carlos Rivera, Izal y Aitana, entre otros artistas. Si los eventos ya contratados pueden llevarse a cabo con los antiguos límites, tal como establece el decreto, a esos conciertos podrían entrar 3.000 personas y no 2.000. «Nosotros organizamos los conciertos con la gente identificada, sentada, con mascarillas y con metro y medio de distancia entre ellos -recalca Camín-. Creo que falta en Euskadi un interlocutor entre el Gobierno vasco y el mundo de la cultura, como hay en Navarra, para buscar un punto de equilibrio, algo que no es fácil en una situación tan complicada».

Navarra pide de nuevo el toque de queda en festivos y en zonas con alta incidencia

El Gobierno navarro no se da por vencido y, tras el último varapalo recibido por los jueces, ha pedido un nuevo toque de queda, pero esta vez más concreto. El Ejecutivo remitió ayer al Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) una orden foral en la que reclama la aplicación de la limitación horaria desde la una de la madrugada hasta las seis de la mañana durante los fines de semana y los días festivos, así como en las jornadas en las que se deberían haber celebrado fiestas en las distintas localidades navarras. Eso sí, siempre que el municipio esté en zona roja, es decir, con una alta incidencia de contagios. El martes, el TSJN ya rechazó el toque de queda para todos los días de la semana.

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