La unidad de hemodiálisis en la que se ha detectado el brote en Basurto está ubicada en el sótano del pabellón Jado. JORDI ALEMANY

El virus se cuela en los grandes hospitales y pone en máxima alerta a Basurto y Donostia

150 sanitarios de estos dos centros que trabajan en zonas limpias se han infectado en varios brotes

Viernes, 13 de noviembre 2020, 00:10

El virus se ha vuelto a colar en los grandes hospitales vascos en los últimos días. Ayer se conoció la existencia de varios brotes activos en el Hospital Donostia y otro más Basurto, que se suman al de Gorliz. Hay cerca de 150 profesionales ... infectados, la mayoría enfermeras y auxiliares de enfermería. Todos estos brotes tienen algo en común. Se han producido en zonas, en principio, libres de coronavirus. Allí no se atiende a pacientes infecciosos. Por lo tanto los equipos de protección individual (EPIs) que se entrega a los trabajadores no son tan completos como en otras áreas, denuncian desde los sindicatos sanitarios. Tampoco los protocolos de seguridad son tan rigurosos como otras áreas con presencia habitual del patógeno. Todo ello favorece que en caso de aparecer un caso los contagios se propaguen, advierten las centrales, que piden a Osakidetza que se replantee sus protocolos de seguridad en estas 'áreas limpias' del virus.

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El centro con la situación más complicada es el Hospital Universitario Donostia. Allí hay tres focos activos que en las últimas dos semanas han dejado 135 sanitarios infectados. Y, según SATSE, se espera que la cifra siga creciendo porque el último de los brotes se detectó ayer mismo en la unidad de Cuidados Paliativos. Osakidetza confirma diez casos vinculados a este último fuego. Antes el patógeno se había colado en Hematología y en la planta quinta del edificio Aránzazu. En esta última se atiende a pacientes crónicos, en su mayoría personas de avanzada edad.

Los sindicatos pide que Osakidetza extienda el uso de mascarillas FPP2 entre toda la plantilla

riesgo ante los aerosoles

Esta dependencia de los enfermos de dos de estas áreas hace que los sanitarios tengan un contacto mucho más estrecho con ellos. Los manipulan, dan de comer... Mantener las distancias de seguridad es materialmente imposible. Si a esto se añade que algunos ingresados en un avanzado estado de deterioro no son capaces de soportar la mascarilla las posibilidades de contagio se disparan. Igual que ha ocurrido en Gorliz. Más aún, si como denuncian tanto ELA como SATSE, «no se nos proporcionan mascarillas FPP2 en estas zonas supuestamente limpias Covid». «Utilizamos las quirúrgicas que no nos protegen de los aerosoles», añaden las enfermeras.

En Basurto, Osakidetza confirmó ayer la detección de un brote en la unidad de hemodiálisis. Se ha realizado un cribado entre los 33 profesionales que trabajan en este servicio y 11 han dado positivo. Además se están realizando pruebas PCR al centenar de pacientes que acude entre dos y tres veces por semana al hospital bilbaíno para someterse a este tratamiento en una sala con 14 boxes separados solo por una cortina -dos de ellos también han resultado infectados-. Salud indicó ayer que «en cuanto se detectó el brote se pusieron en marcha todas las medidas preventivas para frenar la expansión del virus», con la realización de cribados y «limpieza exhaustiva» de una unidad que «sigue funcionando».

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Basurto es uno de los hospitales que más focos ha sufrido en esta pandemia. Ya en los primeros días de marzo un paciente con problemas digestivos y neumonía, que no reunía los criterios de entonces para estar contagiado -no había estado ni en China ni en Italia-, dio positivo al de dos semanas de estar ingresado. Hasta que se detectó su caso le dio tiempo a infectar a numerosos sanitarios.

En junio, cuando la epidemia parecía ya controlada tras el confinamiento, un caso en el pabellón Revilla provocó un foco entre pacientes y profesionales de Medicina Interna que retrasó una semana la apertura de la 'muga' con Cantabria prevista en la fase 3.

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El último caso relevante no fue un foco, sino un incendio ocasionado por una enferma de Covid recién salida de la Reanimación. La mujer se encendió un cigarrillo y provocó la explosión de la bombona de oxígeno que tenía próxima a la cara. Murió 48 horas después por las lesiones sufridas en la deflagración.

«Es habitual estos días que en las estructuras grandes haya sanitarios afectados» por el virus

departamento de salud

Situación «más tensionada»

El coordinador del Programa de Control y Vigilancia de Salud, Ignacio Garitano, manifestó ayer que «es habitual estos días en las estructuras de salud grandes que haya una serie de profesionales afectados (contagiados y aislados) pero no producto de un brote único. El virus circula en la comunidad, en los hospitales y de vez en cuando hay algún contagio entre sanitarios». Preguntado por los 135 positivos en el Hospital Donostia, el doctor dijo que «probablemente esas cifras son la suma de lo que ha ido ocurriendo en unas cuantas semanas». Según SATSE, en las dos últimas.

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El doctor añadió que «el número de contagios en profesionales es proporcional a los que hay en la sociedad, somos parte de ella». «A nadie se le escapa que tener un número de sanitarios aislados hace que la situación en los centros se tensione aún más porque hay menos trabajadores», añadió Garitano. Algo que se supera con los profesionales activos realizando horas extra o doblando turnos para que el servicio sanitario no se vea afectado. En el Hospital Donostia los sindicatos indican que se han suspendido libranzas y vacaciones para hacer frente a las bajas en la plantilla.

La central ESK considera que Osakidetza debería estudiar reducir las visitas y realizar test a los sanitarios de forma preventiva, dado el momento actual de la pandemia, para evitar nuevos brotes. «Nos toman la temperatura y nada más». Así no es posible detectar a los asintomáticos.

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En su contexto

  • 4. El 4 de marzo se conoce que un paciente ingresado desde hace dos semanas da positivo. No se le había hecho la prueba antes porque, al no haber estado en China o Italia, entonces no reunía los criterios para ser sospechoso. Cuando se detectó su caso ya había infectado a varios sanitarios y el virus se había expandido por el centro.

  • 45. Un foco surgido en el pabellón Revilla en el servicio de Medicina Interna provocó 45 contagios y dejó algunos fallecidos entre los pacientes infectados que ya estaban graves por sus patologías previas. Retrasó además la apertura de la 'muga' con Cantabria.

  • Octubre. Una paciente de Covid provoca un incendio al encenderse un cigarro en la habitación. Muere a causa de las heridas y obliga a trasladar a varios pacientes.

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