«Han venido a comprar a los supermercados como locos»

«Me toca el turno de tarde y la verdad es que estoy alucinada con lo poco que hay», relataba ayer una trabajadora de un SuperBM de la capital vizcaína. «Las compañeras de la mañana me han comentado que ha venido mogollón de gente. No es lo normal en un martes. Al parecer han visto en la televisión lo que está pasando en Milán y han comprado como locos. No me quiero ni imaginar si estuviésemos en guerra».

La compra impulsiva se ha notado en varios supermercados de distintas zonas de la ciudad. Ayer se podían ver estantes con poco género o incluso vacíos. En la sección de carnicería del Mercadona de Bolueta se habían agotado todas las bandejas de conejo, pollo, cerdo y pavo para las dos de la tarde. «Han arrasado con todo», comentaba la encargada de productos cárnicos. Los clientes adquirieron sobre todo legumbres, conservas, aceite, pasta, arroz, leche, galletas, azúcar, zanahorias, tomates, manzanas... Pero también papel higiénico, lejía, detergente y comida para mascotas.

«Yo he venido a hacer la compra de la semana, pero he cogido más cantidad por si acaso se acaba el género. Creo que muchos hemos actuado pensando en lo mismo, y como se puede comprobar, ya escasean varios productos básicos», explicaba Jesús del Valle mientras se acercaba a la caja del Eroski de la calle Juan de Ajuriaguerra con el carrito lleno. A pocos metros, Pablo confesaba que «la alarma ha hecho que la gente compre más de lo normal y de forma impulsiva». También él. En este establecimiento, por ejemplo, las baldas del papel higiénico y los pañuelos estaban desiertas.

En otro 'súper' de la misma acera, los trabajadores no paraban de reponer las estanterías a primera hora de la tarde. «El lunes ya se empezó a mover la cosa, y hoy por la mañana -por ayer- ha sido de locos. Esperábamos algo parecido, pero nada comparado con esto. Una señora ha llegado a hacer un pedido de más de 600 euros», explicaba un empleado. Entre los pasillos de artículos de higiene y en la cola de la carnicería era inevitable escuchar la palabra 'coronavirus'. Según Mamen, encargada de vender carne en este supermercado, «la gente habla mucho sobre el tema y está muy preocupada». «Han arrasado con el lomo y en general con todo el género que está en bandejas. Lo congelan y van tirando», detallaba la mujer.

La estampa de grandes afluencias en supermercados y desabastecimiento de ciertos productos se repitió en otros puntos de venta. Como en un comercio de Basauri, donde por la tarde todas las cajas estaban abiertas y las colas llegaban hasta el otro extremo del local.

En Vitoria, muy castigada por el coronavirus, se notó mucho la inquietud de los ciudadanos a quedarse sin alimentos. Un paseo por los establecimientos de la capital alavesa permitía comprobar cómo las baldas de pasta, verduras en conserva y carne envasada mostraban menos opciones de lo habitual o, en el peor de los casos, «estaban arrasadas», algo que por el momento sucede más con el papel higiénico. «Estamos teniendo una afluencia mayor a las de los sábados pero estamos preparados. Hace unos días que habíamos pedido más productos básicos, como frescos, fruta o legumbres», explicaba Javier Urrizar, director de Carrefour Gorbeia de Gasteiz.

Ante la extendida idea de que las grandes cadenas alimenticias se van a quedar sin productos, la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados se vio en la obligación de lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. «El abastecimiento en las tiendas está perfectamente garantizado, pero los consumidores deben seguir utilizando el sentido común en sus compras de alimentación. Es una situación puntual, las empresas están preparadas», informó el presidente, Aurelio del Pino.