«No vamos a recuperar los tiempos de espera anteriores a la pandemia»

- Decir que hay que recuperar el prestigio supone admitir que las cosas no se han hecho bien en los últimos años.

- Tras salir de la pandemia, la sociedad ha puesto el derecho a la salud como su principal reivindicación. Es verdad que tiene esa sensación, queja o percepción sobre el tiempo de demora para que le atiendan, pero es en trámites que son más burocráticos.

- ¿Está seguro?

- La percepción es que los tiempos de demora podían ser mejores, siendo de los mejores que hay a nivel nacional. El sistema de salud consigue que la mortalidad en patología tratable sea de las mejores de Europa, lo que quiere decir que la respuesta real es mucho más efectiva que la percepción que tiene el ciudadano.

- Habla de la pandemia como punto de inflexión, pero ya antes había quejas y Osakidetza tenía problemas.

- Diariamente se producen 100.000 contactos entre un ciudadano y un profesional de la asistencia. Lógicamente tiene que haber incidencias y habrá quejas. Cuando hacemos referencia a la pandemia lo hacemos como un acúmulo de pacientes a los que no se les podía dar respuesta. Y luego llegó otro tsunami, que es esa necesidad de dar respuesta a un paciente que todavía considera que la salud es más importante. De hecho, no solo acuden los pacientes con más edad. Un joven que antes iba menos, ahora va más al médico.

- ¿Es culpa de los pacientes?

- Desde el año 2010 al año 2018 por la crisis económica la caída de formación de médicos fue mayor que la gente que se jubilaba. No fue hasta la entrada del año 2018-2019 cuando se empieza a recuperar la cifra anterior. Cuando nos enfrentamos a la pandemia, estamos en el momento de mayor debilidad del sistema.

- ¿Y eso no se podía haber previsto? La sensación que hay es que Osakidetza era la joya de la corona y que se ha abandonado.

- En aquel momento la crisis económica era de tal magnitud que fuimos prácticamente rescatados. No había dinero y se estabilizaron crecimientos cero de plantilla. Estoy seguro de que los que estaban en aquel momento tomando decisiones podían prever que iba a haber un déficit de profesionales, pero su primera prioridad era que no hubiera quiebra del Estado.

- Las listas de espera miden la calidad de la Sanidad y no hay forma de que se reduzcan.

- En la Atención Primaria no debe haber listas de espera. Nuestro objetivo es que se atienda en las primeras 24 horas y en 48 para las cuestiones de cronicidad. Para lograrlo queremos impulsar un cambio burocrático, que la emisión de bajas o de documentos para la dependencia se puedan informatizar. La previsión es reducir en 6 meses un 40% la carga burocrática de los médicos.

- ¿Y en los hospitales?

- El objetivo a nivel quirúrgico es que sea de 60 días, pero puede ser 60 o 65 en función de la patología. Siempre puede haber algún paciente que se escape, pero...

- Hay enfermos que esperan más de un año para una consulta externa de traumatología.

- Una espera de un año para una consulta es que el sistema ha fallado.

- Antes de la pandemia la espera quirúrgica estaba en 48 días. ¿Se recuperarán esos plazos o hay que olvidarse?

- No me gustaría decir que no vamos a volver a esas cifras, pero no vamos a volver. Lo que tenemos que valorar es si esa demora repercute en la salud del paciente. Tiempo de espera va a haber y habrá que asumirlo. Podemos acortarlo metiendo mucho dinero, pero nuestro objetivo es que el sistema funcione y que el resultado sea lo más favorable para el paciente.

La posición de Urkullu

- Gotzone Sagardui llegó a decir que los pacientes tendrán que «desplazarse más» para ir al médico por falta de doctores.

- Nosotros buscamos una Atención Primaria de cercanía y que sean los profesionales los que vayan a los centros, pero somos conscientes de que en tres o cuatro años va a ser difícil. Habrá momentos en los que el paciente igual tenga que moverse, pero no es nuestro objetivo. La Atención Primaria es proximidad.

- Urkullu habló hasta el final de su mandato, incluso en campaña electoral, de que las críticas a Osakidetza eran injustificadas. Y ustedes, de alguna forma, dan la razón a quienes han criticado la gestión de los últimos años.

- La crítica del ciudadano es comprensible porque hay una dificultad para el acceso al médico y al sistema de salud. Es una realidad. Pero la crítica tampoco puede ser... Los datos que nos comparan con otras sociedades dicen que nuestro sistema es potente. Otra cosa es que, efectivamente, estamos pasando por un momento de déficit de profesionales.

- ¿Habla habitualmente con Gotzone Sagardui? ¿Cuándo fue la última vez?

- Hablo con todos los exconsejeros porque necesito el apoyo y el consejo de todos ellos. Con todos, también con la doctora Sagardui.

- Sorprende que haya cambiado tanto el discurso en tan poco tiempo. Sobre todo cuando es el mismo partido el que gestiona la consejería de Salud.

- Bueno, también hay actitudes. La forma de resolver un problema es reconociéndolo.

- Da la sensación de que usted es el consejero estrella, el que más trabajo tiene.

- Todos tenemos trabajo, sin duda, pero yo estoy entretenido. He pasado un verano... Había momentos en los que no sabía si era agosto o era octubre o noviembre. Es un reto, me genera satisfacción y orgullo, pero también es una responsabilidad.

- ¿Y siente que sobre la gestión que usted haga recae buena parte del futuro de Imanol Pradales y su gobierno?

- El lehendakari ha puesto la salud como el principal de los objetivos. Además, es una persona que tiene un conocimiento extraordinario. Me siento muy respaldado y sé que hay un compromiso con la salud, porque es el primer objetivo del Gobierno.

- De momento las decisiones que ha tomado son de apaciguar conflictos que los anteriores gestores del PNV mantenían activos.

- Los conflictos lo único que hacen es retrasar la solución de los problemas. Nuestra forma de ver las cosas es que tenemos que ir resolviendo un tema tras otro porque no los podemos tener todos abiertos. Eso nos inutiliza y no aportamos nada a la sociedad. El camino es oír a los profesionales y tomar la decisión que mejor venga para el paciente. El objetivo es que cuando ya no estemos, los resultados en Salud para los pacientes sean mejores que los que hay.

- Ha frenado el cierre de cirugía cardíaca de Basurto, ha aumentado la tarifa de horas extras en Atención Primaria, se pagará más a los médicos que pasen consultas sábados y festivos en los hospitales y se ha cesado al responsable de contratar el servicio de ambulancias que ha dado muchos problemas. Todo en tres meses.

- Hemos llegado a acuerdos con profesionales que tenían una serie de demandas que, además, consideramos que eran justas. El caso del relevo de las personas correspondía a los relevos naturales de los equipos. Pero sí es verdad que lo que hemos querido es hacer un seguimiento más profundo y un control más estricto sobre la ejecución de esos concursos que afectan a personas vulnerables, como es el de las ambulancias.

- Parece que ahora mismo los profesionales del sector pueden pedir cualquier cosa porque se les va a conceder.

- Los profesionales del sector son escuchados. Lo que han pedido eran reivindicaciones que llevaban tiempo sin resolverse, que han ido acumulando durante muchos años y que veíamos que eran justas porque yo participaba de esas mismas peticiones (como facultativo de Osakidetza). Lo que hemos intentado es, en el caso de la cirugía cardíaca, buscar la mejor solución para los pacientes. Además pactado con Cruces y Basurto.

- ¿Y las mejoras salariales?

- Son acuerdos que llevaban parados mucho tiempo y que era simplemente actualizar lo que en seis años no se había actualizado.

- ¿Qué es lo que ha cambiado en tres meses? Antes solo podía haber una cirugía cardíaca en Cruces, no se podían subir las tarifas...

- Hemos tenido la voluntad de escuchar y hemos visto que llegar a acuerdos tampoco era tan difícil. Lo primero que hemos hecho ha sido recorrernos cada uno de los hospitales, ir al salón de actos y escuchar. Como consejero me aproximé a los hospitales no para leer un discurso sino para ir con una agenda vacía, para ver cuál era la percepción de los problemas y las reclamaciones.

- ¿Carecían los anteriores gestores de mano izquierda o ustedes son muy magnánimos?

- Ahora somos una Osakidetza que escucha y lo que queremos es buscar soluciones compartidas, siempre con el objetivo de un beneficio para el paciente.

Relevo en la cúpula

- ¿El lehendakari le ha dado plenos poderes incluso para gastar todo lo que haya que gastar?

- No hemos gastado tanto, ¿no?

- Si ha aumentado el precio de las horas extra...

- La primera instrucción (la de las horas extra de Atención Primaria) ha permitido prácticamente que el 90% de los PAC tuvieran todos los turnos llenos, que todos los centros de salud de cabecera hayan estado cubiertos al 100% y que el 70% de los consultorios estuvieran ocupados por profesionales. Hemos conseguido más actividad que en ningún otro verano cuando había menos profesionales para contratar. Ha habido que pagar, pero una cantidad muy equilibrada para todo el beneficio social que hemos obtenido.

- Desde su llegada al cargo se ha renovado gran parte de la cúpula de salud, viceconsejeros, directora general, diferentes directores... ¿era necesario?

- Sí.

- ¿Por qué?

- Queríamos tener un equipo nuevo. Necesitábamos unos elementos de reflexión nuevos y aportar también una visión distinta. La formación de un nuevo equipo requería personas que pudieran aproximarse a la realidad con otra mirada, sin la contaminación de decisiones previas.

- Ha incorporado como directora de Asistencia Sanitaria a una de las directivas que dimitió durante la crisis de la OSI de Donostialdea, que ha sido la mayor rebelión que se recuerda. Eso es todo un gesto.

- Hemos elegido a los mejores y Maite Martínez es la mejor en su puesto.

- ¿Que ELA no esté en el Pacto de Salud deja coja esa mesa?

-En absoluto. Están los que quieren estar. Yo respeto la decisión de ELA pero estamos en un ejercicio de responsabilidad. Me gusta más poner en valor las personas que están. ELA igual puede hacer alguna aportación desde fuera.

- Respeta la ausencia del principal sindicato de Euskadi, ¿pero lo entiende?

- Entiendo que hay una desconfianza y que la confianza hay que ir ganándola. No puedo más que intentar tender puentes.

- ¿Cree que ELA busca más la confrontación?

- No he entendido muy bien porque no está, aunque me lo han explicado, pero no puedo juzgarlo. La decisión depende de ellos.