Cronología sobre la polémica del proceso de vacunación irregular en Euskadi

Esta es la cronología sobre la polémica del proceso de vacunación irregular en Euskadi.

Llegan al Hospital Universitario Araba las primeras 405 dosis de Pfizer y se lleva a cabo la vacunación en tres residencias, una por cada territorio.

Dos días más tarde de lo previsto, por un problema logístico aducido por Pfizer, Euskadi recibe 15.600 dosis de la vacuna.

La campaña de vacunación propiamente dicha comienza en las residencias de mayores.

En las residencias del entorno de la OSI Bilbao-Basurto se genera un excedente de vacunas y 2 viales (10 dosis) que son devueltas al hospital. Siguiendo los criterios establecidos de prioridad, se busca a personas mayores ingresadas que puedan recibir estas vacunas. 9 cumplen los requisitos. De estas gestiones y de la vacunación se encargan una doctora de la Unidad Básica de Prevención de Basurto y el subdirector de enfemería de la OSI Basurto Bilbao.

6 de esas 9 personas son vacunadas, al ser las únicas que están en condiciones de salud adecuadas para recibir el fármaco. Para no desperdiciar las 4 vacunas restantes, se decide ofrecerlas a responsables del hospital en contacto con infectados. Aceptan el jefe del servicio de Medicina Interna, la microbióloga responsable en funciones del control de infección, la jefa del Servicio de Enfermedades Infecciosas y el director gerente, Eduardo Maiz. Los responsables de Salud y Osakidetza no tienen noticia de ello hasta el día 19.

Euskadi recibe 1.400 dosis de la vacuna de Moderna. Se depositan en Cruces. La dirección de Osakidetza establece y comunica los 4 grupos prioritarios entre el personal de su red que van a ser vacunados. Los equipos directivos no figuran en ellos.

Se comunica al conjunto de la organización el inicio de la vacunación.

Comienza la vacunación de profesionales de los hospitales de Cruces, Basurto y Urduliz.

EL CORREO pregunta al Departamento de Salud por una denuncia del sindicato ELA según la cual en el Hospital de Basurto se vacunó a jefes intermedios antes que al personal que atiende a enfermos de covid. Salud responde que desconoce la circunstancia, la investigará y, de confirmarse, tomará «las medidas oportunas». Una vez comprobadas las cuatro vacunaciones de Basurto indicadas, Salud considera que las tres primeras no son adecuadas y que la del gerente, que «no atiende a pacientes», debería haber sido consultada. Salud le pide responsabilidades. No las asume. Ese mismo día, el director de Santa Marina, José Luis Sabas, comunica a la directora de Osakidetza y a la consejera que en su centro se ha vacunado a 505 personas. Se supo así que se había vacunado al personal del hospital, incluido el propio gerente, extremo que confirmó él mismo. Se le piden responsabilidades. Sabas dimite.

Se anuncia la destitución del director gerente del Hospital de Basurto y la renuncia del de Santa Marina. Salud inicia una recogida de información para comprobar lo sucedido en estos centros y si se han dado más irregularidades en el sistema.