Urkullu anticipa un verano más «estricto» que el año pasado

Las conclusiones de la reunión serán clave para que, en su caso, el lehendakari convoque el Comité Asesor del LABI, el foro institucional que tiene la última palabra sobre las medidas. Lo único que Urkullu se atrevió a adelantar este lunes en una entrevista en Radio Euskadi es que «en ningún caso se suavizarán» las restricciones actuales. El Ejecutivo autonómico asume que vienen semanas de máxima tensión por el efecto que hayan podido tener las vacaciones de Semana Santa, una época de mucha movilidad y ocio. Y la atención hospitalaria ya está presionada de por sí, con 125 personas ingresadas en la UCI por coronavirus, antes de que se conozca el impacto real de esta quincena de descanso.

El próximo periodo vacacional ya asoma en el horizonte. A dos meses del verano, el lehendakari no oculta que Euskadi se enfrentará a un periodo estival con restricciones, incluso con la posibilidad de que se mantengan los cierres autonómicos. «Tendremos que ser todavía más estrictos en el cumplimiento de las medidas que el verano pasado», lanzó. Recordó, en este sentido, que el inicio de las vacaciones en 2020 se produjo tras un confinamiento domiciliario total que contribuyó a rebajar la incidencia a mínimos, una circunstancia que este año no se ha dado. «Vamos a vivir un verano manteniendo la emergencia sanitaria mientras no estemos inmunizados a un nivel determinado», agregó.