El virus sigue azotando con 927 casos

Pero la elevada tasa de vacunación en la población general no ha impedido que los niveles de transmisión sigan siendo muy elevados, principalmente por el dominio de la variante Delta, mucho más contagiosa y que provoca el 90% de las infecciones.

La incidencia acumulada lleva varias jornadas en descenso, desde que se alcanzara el pico de 873 casos por 100.000 habitantes en 14 días, el récord de toda la pandemia. Ahora es de 603 tras bajar unos 30 puntos en una sola jornada. Pero el mapa sigue teñido de rojo intenso. Seguimos en una situación de riesgo. Las peores tasas de contagios se dan en los más jóvenes, entre los que la vacuna aún no ha podido desplegar toda su magia. Los chavales de entre 10 y 19 años sufren una tasa de 1.294 contagios en 14 días y los veintañeros, de 1.793. Y aunque el 70% de los treintañeros ya cuentan con al menos una dosis, también sufren niveles de infección alarmantes, de 596,27 puntos. Y preocupa el hecho de que mientras la incidencia baja en la población general y entre los más jóvenes, crezca entre los mayores de 90, donde ha pasado de los 326 a los 533 casos en una semana. El número de hospitalizados, aunque manejable, tampoco da motivo de respiro. El miércoles 269 personas se recuperaban en las plantas, de las que 59 ingresaron la misma jornada.

Otras 64 permanecían en las unidades de críticos, 3 menos que el día anterior. La media de edad de los enfermos de covid en estas unidades es de 54 años, aunque también hay gente muy joven: el martes dos chicas embarazadas seguían en la UCI. Al menos, el índice de reproductividad, que indica el hipotético número de personas a las que puede propagar el virus cada infectado, sigue estable y se mantiene en el 0,88. Un buen síntoma.