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silvia osorio
Martes, 16 de marzo 2021, 10:28
El virus continúa al alza en Euskadi. El Departamento vasco de Salud ha notificado este martes la detección de 394 nuevos casos de coronavirus. La evolución del patógeno durante estos días va a ser clave. El País Vasco se encuentra al borde de un rebrote ... después de que la curva cambiara de dirección el pasado viernes para volver a crecer. De forma tímida, pero lo suficiente como para hacer saltar todas las alarmas. El escenario es delicado y los pronósticos no son nada halagüeños. «Probablemente, tras una ralentización progresiva, estamos llegando a un fondo de valle y apuntando al inicio de un cambio de tendencia, aunque hay que esperar a lo que ocurra esta semana», ha señalado la consejera Gotzone Sagardui en la rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Gobierno.
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La tasa de incidencia acumulada, el parámetro más fidedigno sobre cómo se comporta el patógeno porque ofrece a los expertos una visión a dos semanas de su evolución, ha vuelto a crecer. En concreto 2 décimas y se sitúa en 203,25 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La cifra del conjunto de la comunidad se ve arrastrada por el importante repunte en Álava -8 puntos más- después de varios días de bajada. Bizkaia y Gipuzkoa mantienen las mismas líneas: la provincia más poblada en una clara fase de estancamiento, y el territorio vecino, con leves incrementos.
Según las autoridades sanitarias vascas, el rápido avance de la cepa británica, que ya genera el 65% de los casos que se detectan en la comunidad, ha sido una de las causas de la ralentización en la marcha atrás de esta última onda epidémica, que finalmente ha abocado a la comunidad a una fase de valle o meseta, pero en lo alto de una montaña, es decir, con un nivel de contagios todavía muy elevado. La titular del Departamento ha indicado, eso sí, que la expansión de la mutación inglesa, por el momento, no ha ido a más, al contrario de lo que había sucedido desde que se detectaron los primeros casos el pasado 31 de diciembre. Tampoco de las variantes más problemáticas, la brasileña y la sudafricana, se han registrado más contagios tras haberse realizado los pertinentes estudios de contactos de las personas afectadas. Euskadi se mantiene con uno de la primera y dos de la segunda. Los tres fueron casos importados.
Pero este escenario de alta inquietud e incertidumbre se produce pocos días después de que los vascos hayan recuperado la libre movilidad por el territorio. Con todo, si el panorama se complica, el LABI podría endurecer las actuales medidas, incluso antes de Semana Santa. Las autoridades sanitarias confiaban en que el avance de la vacunación minimizara la intensidad de ese posible nuevo pico, pero la suspensión cautelar durante 15 días de la administración del suero de AstraZeneca hace ahora añicos cualquier previsión.
Ayer, se realizaron 9.259 pruebas, de las que un 4,3% arrojaron resultado positivo, una cifra similar a la de estos días, aunque alejada del umbral recomendado por la OMS para Europa, que es de tres décimas menos. Por territorios, Bizkaia suma 187 infecciones, Álava 89 y Gipuzkoa 116. Son varios los indicadores que evolucionan de manera desfavorable y que están haciendo mella en la trayectoria de la curva.
Además del cambio de rumbo de la tasa de incidencia a 14 días, el RO permite intuir que el incremento irá a más. Según el boletín difundido este martes por Salud, este índice, que mide la velocidad de transmisión del virus, se ha disparado hasta el 1,11 después de varios días estancado en el 1. Un mal dato, ya que si está por encima de este nivel, significa que cada caso confirmado contagia a más de una persona, por lo que los positivos seguirán en aumento.
Esta situación complica, por tanto, la previsión del Departamento de desahogar las unidades de críticos a finales de este mes. Sagardui ya manifestó que se truncaría este pronóstico si la tendencia a la baja no se mantenía y si los contagios superaban la barrera de los 200 diarios. El escenario ha cambiado. «Para poder mantener la evolución descendente en las UCI y llegar a valores de entre 60 y 70 pacientes, se requería que los casos, durante todo el mes de marzo, se quedaran por debajo de los 200. Tenemos altas, pero también un goteo constante de 3 o 4 ingresos diarios», ha explicado.
El parte oficial informa de un total de 98 enfermos covid con su vida pendiente de un hilo por presentar un cuadro muy delicado de salud. Se trata de uno más que el día anterior, pero las UCI acumulan tres días de crecida y lo que es más relevante, una ocupación todavía muy alta. En caso de que se confirme un repunte de los casos, las unidades de críticos tendrán un punto de partida todavía peor que en la anterior ola, por lo que el riesgo de saturación será todavía mayor. La nota positiva es que en planta sigue cayendo la presión asistencial de forma más clara. Hasta ayer se registraban 224 ciudadanos en las unidades de hospitalización, una docena menos que en la víspera, después de contabilizarse un total de 34 ingresos.
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