Última hora del coronavirus en el País Vasco

La caída de la tercera ola se «ralentiza» en Euskadi bajo la amenaza de las nuevas cepas

Confirmados los dos primeros casos de la variante sudafricana y uno de la brasileña tras una jornada con 366 contagios

silvia osorio

Martes, 2 de marzo 2021, 12:28

Incertidumbre. No hay otro término que se ajuste mejor a la situación que atraviesa Euskadi. La tercera ola continúa en fase de contención, pero cada día se aprecian más los signos de frenada en la caída de la curva. Además, las nuevas cepas ganan ... terreno. Se han confirmado los dos primeros casos de la variante sudafricana y uno de la brasileña, las mutaciones más peligrosas por su alta capacidad para burlar la inmunidad de las personas, la que se genera de manera natural, por haber pasado la infección, y la que se adquiere por recibir la vacuna. Contratiempos que no invitan a un horizonte halagüeño a 2 días de que el LABI se reúna para decidir si levanta la mano y reabre la totalidad de la movilidad interior.

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Este martes se reportaron 366 positivos. Una cifra que da continuidad a la bajada de casos iniciada a principios de febrero. El escenario, sin embargo, se mantiene inquietante. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, confirmó que continúa la ralentización en el descenso y que este factor condicionará las decisiones que este viernes tome el Consejo Asesor del LABI. «Indudablemente, influirá en las medidas. En otras ocasiones hemos visto pequeños puntos de inflexión que vuelven a ser bajadas, pero si por estas observaciones, hay que tomar medidas concretas, las adoptaremos», señaló.

Sobre la mesa, la recuperación del libre tránsito entre municipios y provincias. La principal medida que, según el Plan Bizi Berri III, el Gobierno vasco podría adoptar después de que la comunidad haya bajado de nivel de alerta por situarse debajo de los 300 casos por cada 100.00 habitantes en los últimos 14 días. El escenario 3 también prevé valorar la vuelta de las reuniones de 4 a 6 personas.

Todo está por ver. Varios de los principales termómetros para medir el comportamiento del patógeno experimentaron este martes un empeoramiento en su evolución, una situación que puede abocar al País Vasco a un estancamiento, con los niveles de casos elevados y con los hospitales, aunque menos, demasiado sobrecargados. El principal motivo de preocupación, la tasa de incidencia acumulada a 14 días. En Euskadi cayó solo 4 puntos con respecto al día anterior. La menor bajada desde el pasado 4 de febrero, cuando inició un rumbo decreciente. La media de la comunidad se vio arrastrada por los ligeros repuntes en Álava y Gipuzkoa. «Es un elemento que añade la necesidad de mantener la prudencia», apuntó Sagardui, aunque dejó la puerta abierta a que se trate de los dientes de sierra tan característicos de la pandemia. Malas señales, igual que la que arrojó el RO, con cuatro jornadas seguidas de ascenso, y el índice de positividad, que tampoco acaba de estabilizarse.

Y a todo ello, se le añade la irrupción de las nuevas variantes. Osakidetza ha confirmado que los dos casos sospechosos de la mutación sudafricana sometidos a estudio la semana pasada sí procedían de esta problemática versión. Asimismo, se ha detectado el primero de la brasileña, también de alto riesgo.

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Sagardui dio por controlados los casos, aunque su aparición «suponen un mayor grado de incertidumbre». «Las cadenas de contagio están claramente identificadas», aseguró. Osakidetza sospechó hace una semana de dos posibles casos de la sudafricana con su origen localizado fuera del País Vasco. Sin embargo, la identificación del positivo de la brasileña ha sido diferente: se detectó en la secuenciación genómica de las muestras de los positivos que se reciben de los hospitales. Tampoco se trata de un contagio local.

39%, el impacto de la británica

Por su parte, la británica todavía no es la predominante en Euskadi. Supone el 39% de los casos. «No observamos una mayor transmisibilidad del virus con esta cepa», indicó Sagardui. Una mutación que ha golpeado a la Margen Izquierda, con dos brotes en centros deportivos en Barakaldo y Santurtzi. Suman más 200 afectados. Los hospitales observan con preocupación estas amenazas. Según el parte, la situación se mantiene similar. Demasiada presión, pero con una tendencia a la baja. Hasta este martes se contabilizaban 389 pacientes en total. Desde el pasado 9 de enero la cifra no bajaba de los 400. De ellos, 268 permanecen en planta y 121 en la UCI, uno más que en la víspera. Las unidades de cuidados intensivos pusieron freno a 8 días seguidos de caída de la carga asistencial.

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