El impacto del virus se duplica en Euskadi en menos de un mes

Se trata de un viaje de tres meses en el tiempo. El 25 de octubre, cuando la comunidad se adentró por última vez en la zona roja, el Consejo Asesor del LABI optó por implantar desde el 27 el confinamiento autonómico, el cierre perimetral y por localidades y el toque de queda a las 23.00 horas. Después lo adelantó a las 22.00 horas y clausuró la hostelería durante cinco semanas, aunque en los pueblos en peor situación la reabrió más tarde. La salida de la zona roja se produjo a finales de noviembre. Ahora se vuelve al punto de partida.

«Nuestra situación sigue siendo grave. El virus muestra una evolución preocupante y hay que cortar la transmisión comunitaria y actuar con máxima responsabilidad», reiteró este viernes la consejera de Salud, quien volvió a pedir que se respeten las medidas de prevención: distancia, mascarilla, higiene de manos, ventilación en espacios cerrados y limitar la movilidad y los contactos y encuentros sociales porque «la transmisibilidad del virus es alta». De entre todos los territorios, Bizkaia, que había entrado en la Navidad con los mejores datos, es la que está en peor situación y lleva dos días en la zona roja. Acumuló 639 contagios, frente a los 319 de Gipuzkoa y los 174 de Álava. Y aunque Bilbao estrenó este viernes el confinamiento y el cierre de la hostelería, las otras dos capitales están muy cerca porque suman una incidencia de más de 445 casos.

El 8,7% de las personas que se sometieron a un test el jueves dio positivo, otro mal augurio porque implica que el virus circula por doquier. De entre todos los positivos, el 39,1% eran personas sintomáticas, la mayor cifra de la última semana y otro mal signo porque implica que no se cortó de forma precoz la cadena de transmisión, algo que Sagardui atribuyó a que «hay un incremento global de los contagios», lo que implicaría que existen, de forma proporcional, más personas con síntomas. La R0, la tasa de reproductividad del virus, ya es del 1,21. Indica el número de personas a las que puede infectar cada contagiado, por lo que la epidemia está en expansión, aunque la tasa no ha variado respecto a la del día 15. Se mantiene, dentro de lo que cabe, estable. Pero la tensión sigue creciendo en el sistema sanitario.

La Atención Primaria lleva el seguimiento de todos los positivos. Los casos graves, 12 de cada 100, acaban siendo hospitalizados y 1 de cada 100 precisan una UCI. En los hospitales vascos ya hay 610 pacientes, de los cuales 109 están en la UCI. Son 25 más que el día anterior y 280 más que en Nochevieja. Además, 77 personas tuvieron que ser internadas por complicaciones severas. Se suman a las otras 249 que fueron hospitalizadas entre el lunes y el miércoles.

«La presión se incrementará la semana que viene. Y al de diez días, parte de los ingresos en planta necesitarán una UCI», dijo la consejera, que destacó que aún hay margen, porque «estamos preparados» y Osakidetza puede duplicar el número de camas de las que dispone. La situación cada vez se asemeja más a la del pico de la segunda ola, cuando incluso hubo que suspender cierta actividad no urgente y programada. Sagardui también explicó este viernes que Euskadi solo ha contabilizado nueve casos de la cepa británica y reiteró que esta variante no es la responsable de la escalada de contagios.