- ¿Qué ve cuando le abre el pecho a un paciente?
- La nuestra es una cirugía a corazón abierto. Lo ves latiendo. En nuestras intervenciones tenemos que conectarlo a una máquina de circulación extracorpórea, que saca la sangre del paciente y la vuelve a meter.
- ¿Lo hacen siempre así?
- Siempre. Aprovechamos esa condición para parar el corazón y acceder a su interior. Y mientras, mantenemos al paciente con vida, gracias a la ayuda de esa máquina.
- ¿Y ahí ven si nos cuidamos?
- Yo veo que la población se cuida mucho, pero cada vez está más envejecida. El principal factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares es cumplir años. A partir de cierta edad, las arterias van envejeciendo, se endurecen y se cierran.
- Con todo lo que ha avanzado la cardiología, ¿cómo es que nos seguimos muriendo de enfermedades cardiovasculares?
- ¡Porque aquí no estamos para siempre! ¡Hay que morirse de algo, ja, ja!
- ¿Los vascos comemos mal? Quizá demasiadas grasas, carnes...
- No lo creo. Cada vez somos más conscientes de los factores de riesgo y nos cuidamos más. La dieta sana no es un patrón alimentario estricto ni especial, sino comer alimentos frescos y de todo tipo: vegetales, fruta, pescado, carne, legumbres.
- Si su quirófano se llena, ¿de qué sirven la dieta sana y el ejercicio?
- Aunque controlemos todos los factores de riesgo, la enfermedad acabará surgiendo. Pero si comemos de forma sana y hacemos ejercicio regular, retrasaremos su aparición.
«El enfermo te pide que seas eficaz. Una vez superada la cirugía, ya hay tiempo para lo emocional»
- ¿Cuánto ejercicio?
- El ejercicio físico regular ha de ser de una intensidad moderada. Así protege a nivel vascular, respiratorio, incluso favorece que el organismo envejezca más lentamente. Y además, está demostrado que permite liberar endorfinas, que hacen que anímicamente te sientas bien.
Tres horas de ejercicio
- ¿Cuánto dice que hay que hacer?
- La recomendación es de hora y media de ejercicio moderado dos veces por semana o una hora, tres días. Eso sería suficiente para mantener un buen nivel de salud cardiovascular.
- La cardiología se decía que era la especialidad que más se iba a beneficiar de la terapia celular...
- Las células madres son una línea de investigación muy prometedora, pero todavía no tienen aplicación clínica. Al hilo de esto, se creía que las células del corazón, cuando morían, dejaban de reproducirse, pero se ha visto que no. Hay unas pequeñas capaces de regenerar tejido.
-¿Qué podemos esperar de las investigaciones en marcha?
- Las hay múltiples, pero hay una muy interesante, que son los xenoinjertos. Hay un déficit de donantes cardiacos humanos y se está investigando con animales híbridos (cerdos), a los que se inyecta ADN humano y generan corazones compatibles con las personas.
- ¡Eso parece ciencia ficción!
-En el futuro podemos hablar de trasplantar el corazón de otras especies al género humano. Eso es un campo abierto, da un poco miedo pensarlo, pero está ahí. En pocos años lo vamos a tener.
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Álvaro Ortiz de Salazar
nació en Bilbao en 1962 y estudió en la Facultad de Medicina de la UPV/EHU. Formado en el hospital de Cruces, realizó dos estancias en el Royal Brompton Hospital y el Guy's Hospital, ambos de Londres. Antes de llegar a Basurto, trabajó en el Ramón y Cajal (Madrid). En la actualidad, combina la medicina pública con la privada.
- ¿Cuánto es pocos, diez?
- No sabría calcular, pero podría ser.
- ¿Cuántos corazones ha tenido en sus manos?
- ¡Puff! Si echamos cuentas... Calculo que más de 5.000
- ¿Qué piensa en esos momentos?
- Cuando entras en el quirófano, te aislas por completo. Dejas de pensar en la persona y te dedicas a pensar en lo que tienes entre manos. Qué le voy a hacer a este corazón, cómo lo arreglo.
- ¿No se puede pensar en el paciente y trabajar tranquilo?
- Pueden surgir complicaciones y tienes que ser capaz de superar los obstáculos que aparezcan. Una vez superada la cirugía, ya hay tiempo para el paciente, la familia y todo lo emocional. En el quirófano, el enfermo te pide que seas eficaz.
- ¿Cuánto tiempo se prolongan sus intervenciones?
- Es variable, de cuatro a seis horas.
- Eso, ¿cómo se lleva?
- Curiosamente lo llevamos muy bien. La tensión del quirófano hace que no sientas cansancio hasta pasadas unas horas. Yo he llegado a tirarme doce horas de cirugía sin salir del quirófano para beber ni orinar. Estás tan concentrado que el tiempo pasa sin darte cuenta.
- Ahí se tienen que perder kilos...
- Yo no, pero supongo que sí. Cuando llegas de la urgencia a casa, de operar durante doce horas a vida o muerte a una persona, tienes tal tensión emocional, que no puedes dormir. Te quedas en la cama dando vueltas a lo que has hecho.
«No tenga miedo a preguntar por el sexo»
Ortiz de Salazar cree que la ley del tabaco se debe endurecer.
- ¿Debería ser más estricta?
- Absolutamente de acuerdo. En determinados sitios y horas, nadie la cumple, ni hay quien la haga cumplir. En las terrazas, por ejemplo, debería prohibirse fumar.
- ¡Se van a enfadar los hosteleros!
- Permitir fumar en las terrazas me parece un error terrible. En Japón igual es exagerado, pero se prohibe fumar en la calle. ¿Por qué tengo que aguantar el humo de otro?
-¿Prohibiría fumar en coches donde viajen niños?
- Aunque sean particulares, perfectamente de acuerdo. Hay que multar al conductor, como se le multa por exceso de velocidad, aunque sea el padre del crío. Igual que no le puedes maltratar, a tu hijo no le puedes echar el humo del tabaco
- ¿Y las chuches?
- No daría facilidades para la venta de productos ultraprocesados.
- ¿Qué hago si sufro un infarto?
- Si está solo podrá hacer poco. Si puede llame o, mejor, que llamen por usted al 112 y le trasladen a un centro sanitario. En ese momento, el tiempo es oro.
- ¿Mi vida sexual habrá terminado en ese momento?
- Para nada. Hay muy buenos programas de rehabilitación cardiaca. No fume, controle su colesterol, la tensión y la diabetes, si la tiene.
- Un cardiólogo me contó que el tema sexual es el que más preocupa a los pacientes, pero que no se atreven a plantearlo.
- ¡Pues hay que preguntar! Hay que ir al médico y plantear siempre todas las dudas. No hay que tener miedo, y más cuando hablamos de prevención cardiovascular. Te puedes evitar muchos sustos.