Test obligatorio para todo el personal de los geriátricos de la comarca de Urbaibai

Esas pruebas, vítales para contener la transmisión comunitaria detectada en la localidad, se extenderán, además, «a todo el personal sociosanitario de la comarca de Busturialdea», adelantaron ayer fuentes de Osakidetza y de la Diputación de Bizkaia. Es decir, todos los trabajadores de las residencias de la zona deberán pasar el test para tratar de impedir que el virus se cuele en los geriátricos y provoque un foco secundario entre los mayores, el sector de la población que más riesgo corre en esta pandemia.

El diputado general, Unai Rementeria, explicó que «este protocolo de realizar pruebas a todo el personal para contener el virus es el que se aplica también en las residencias, donde si ahora se detecta un caso se hacen pruebas a todos los residentes y empleados».

El equipo de sanitarios desplegado desde el lunes en Gernika para realizar los test atendió a lo largo de la jornada de ayer a más de medio millar de personas, aunque la llegada y salida de la gente del ambulatorio y de la carpa instalada en el parking del hospital provocó menos colas que en anteriores días. «Hemos entrado prácticamente sin esperar. Ha sido cuestión de tres minutos», aseguraba Julen Pérez, un joven de Sukarrieta tras someterse a las pruebas. «Un amigo ha dado positivo y he venido como muchos a descartar que estoy contagiado», confiaba.

Izaskun Olano bajaba por la rampa del centro sanitario situado en el barrio de Renteria junto a sus hijos, Eider y Aimar, de 19 y 15 años, respectivamente. «Ellos no salieron en fiestas y tampoco yo soy de andar mucho por la calle pero hay que ser corresponsables con la sociedad para evitar la propagación del virus», aconsejó. Olano es de la opinión de que «la gente todavía no está concienciada de que el coronavirus es un peligro real y, si seguimos saltándonos las normas sanitarias, la maraña de los contagios puede ser tremenda», alertó.

El gernikarra y entrenador de fútbol Mikel Arrien también acudió ayer a someterse a la PCR «por respeto al resto de la gente», subrayó. «Para descartar toda posibilidad de contagio. En casa, por los padres, y en mi día a día por los chavales que entreno», explicó.

En las calles del centro urbano de Gernika se respiraba ayer un ambiente menos frenético del habitual. «Para las cinco de la tarde la calle Juan Calzada está totalmente vacía», explicó un vecino en referencia a la 'zona cero' de las 'no fiestas' de Andra Mari y San Roke, donde se inició el brote entre el 14 y 17 de este mes. Jon, el encargado de la panadería de un céntrico supermercado, aseguraba también que «estos días parece que anda menos gente en la calle y en las tiendas». «Se nota un poco de bajón», reflexionaba.

El alcalde de Gernika, José Mari Gorroño, por su parte, quiso ayer dejar claro que en la localidad «no se ha vivido ningún desmadre en las 'no fiestas' como se ha querido hacer ver», manifestó ayer contrariado a este periódico. «Tanto la Policía Municipal como la Ertzaintza han actuado de acuerdo a las normas que marca la ley en cuanto a respetar horarios y normas de seguridad», aclaró. El primer edil aconsejó también «prudencia» en cuanto a la evolución de los resultados de las PCR que se están llevando a cabo esta semana.