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MIGUEL ÁNGEL MATA
Jueves, 27 de enero 2022, 07:13
La tramitación de las bajas laborales para aquellas personas que deben guardar cuarentena por haberse contagiado de Covid o ser contacto estrecho de un positivo acumula en Euskadi retrasos que llegan a superar los 15 días. Ello está dando lugar a multitud de situaciones paradójicas. ... Miles de empleados están volviendo a sus puestos de trabajo tras los preceptivos siete días de aislamiento sin tener en su poder aún el certificado que justifica su incapacidad temporal durante esa semana de ausencia. No es un problema serio, ya que una baja se puede conceder con efecto retroactivo, pero es un escenario que puede añadir un foco de tensión añadido en personas que pueden estar ya intranquilas por haberse contagiado. Especialmente en aquellas con empleos inestables que pudieran tener dificultades para no acudir a su puesto laboral si no presentan en el momento el documento acreditativo, aunque la normativa les ampare.
Como es sabido, tienen derecho a solicitar la incapacidad temporal por Covid todas aquellas personas con un resultado positivo en un test (PCR, antígeno, hecho en Osakidetza, en un centro autorizado o en casa); las que tengan síntomas compatibles con la enfermedad; y aquellos contactos estrechos de un positivo que sean inmunodeprimidos, no se hayan vacunado o no tengan todavía la pauta completa. En el caso de los contactos, siempre que no hayan pasado la enfermedad en los últimos 180 días, en cuyo caso se entiende que están inmunizados de forma natural y, por tanto, dejan de ser considerados colectivo de riesgo.
Precisamente el desvío a internet de las solicitudes de baja ha sido una de las fórmulas aprobadas por Osakidetza para descongestionar el trabajo de unos ambulatorios sobresaturados. Aún y todo, en última instancia debe ser un médico de cabecera el encargado de firmarlas, y con más de 10.000 contagios diarios de media en Euskadi durante los primeros diez días del año (el pico se alcanzó el día 4 con 14.063 positivos), el sistema no da abasto. Y eso que Osakidetza ha contratado a 140 personas para apoyar esta labor administrativa, recuperando a facultativos jubilados.
En los primeros 25 días de actividad del servicio 'online', Osakidetza ha recibido 110.000 solicitudes de baja, según reveló el lunes la consejera de Salud, Gotzone Sagardui. Una cifra descomunal que hace casi imposible poder tramitarlas y aprobarlas en el día.
De hecho, las mutuas, entidades encargadas de gestionar las bajas de una amplia mayoría de empleados una vez aprobadas por los médicos de familia, están recibiendo esta semana miles de expedientes de incapacidades que se solicitaron a Osakidetza la semana del 10 de enero. La amplia mayoría de esas personas ya han debido reincorporarse hace días a su puesto de trabajo.
Demora
Estos retrasos no son uniformes. Van por barrios. En función de la carga de trabajo que tenga en un momento dado el médico de turno en el ambulatorio de turno y la capacidad que tenga de aprobar las solicitudes e incorporarlas al sistema. Quiere esto decir que hay bajas que se aprueban más o menos rápido, y otras muchas que se demoran durante semanas.
Tal y como anunció DV, la explosión de bajas se empezó a hacer patente ya en noviembre con la llegada de la variante 'ómicron', pero se aceleró durante la segunda mitad de diciembre y, sobre todo, la primera quincena de enero. En diciembre se iniciaron en Euskadi en torno a 32.000 procesos de incapacidad temporal por Covid, la cifra más elevada del año pasado, superior incluso a las 28.500 que se tramitaron en enero, en plena tercera ola postnavideña. Como los contagios fueron a más conforme transcurría el mes, la misma tendencia se vivió en las bajas laborales. Hasta el punto de que el año 2022 se inició con una cifra récord de 16.000 personas de baja por causas vinculadas al coronavirus, según una extrapolación fiable al conjunto del mercado laboral de las bajas gestionadas por la principal mutua en Euskadi, Mutualia, que tiene bajo su paraguas al 44% de los trabajadores vascos.
La cifra fue aumentando durante la primera quincena de enero, alcanzándose los 21.000 trabajadores de baja por Covid apenas 10 días después.
El retraso que se ha ido acumulando en la gestión de las incapacidades hace imposible conocer cuál es la cifra exacta de vascos ausentes del trabajo en este momento, ya que la extrapolación de los datos de las mutuas ha dejado de ser un indicador fiable, precisamente por el decalaje existente.
Lo previsible es que, a rebufo de la progresiva disminución de los contagios registrada desde hace quince días, también se haya ido reduciendo el número de trabajadores de baja. Ayer, el consejero de Educación del Gobierno Vasco, Jokin Bildarratz, ya dio una pista al respecto, al asegurar que las bajas entre el profesorado está ya en una «tendencia a la baja, al igual que ocurre en otros sectores».
A la espera de que en los próximos días se pueda confirmar esta impresión, la sexta ola habrá provocado que las bajas en Euskadi por Covid se hayan multiplicado exponencialmente desde octubre, el momento más bajo de la pandemia y cuando Euskadi levantó la emergencia sanitaria. Ese mes se iniciaron poco más de 4.000 expedientes de baja por coronavirus. En noviembre la cifra se había más que triplicado, hasta los cerca de 13.000, para volver a casi triplicarse de nuevo en diciembre, hasta los casi 32.000. Esto es, en dos meses se habían multiplicado por ocho. Y en enero los guarismos han vuelto a dispararse, como confirmó el lunes Osakidetza al informar de que hasta entonces se habían tramitado 110.000 solicitudes.
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