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Salen nuevos positivos tras el primer cribado por el brote de Mungia. Las pruebas PCR realizadas el miércoles a 242 personas vinculadas al foco del bar Goieta se saldaron con siete nuevos contagiados, según ha podido saber EL CORREO. Osakidetza activó este testeo masivo después ... de detectar seis personas infectadas, dos trabajadores y cuatro clientes. El Departamento de Salud hará ahora un seguimiento de estos nuevos casos y estudiará si los contagios se produjeron en el bar o en un entorno ajeno, lo que podría desvincularles del brote.
La alarma, no obstante, se mantiene encendida. Hasta mañana se seguirán realizando pruebas para detectar nuevos contagiados. En las dos primeras jornadas, el hospital ha llevado a cabo más de medio millar de pruebas PCR. Solo ayer había citadas 282 personas. Los test podrían prolongarse más días. A ellos se enfrentan todas aquellas personas que frecuentaron el establecimiento hostelero entre el 21 y 26 de agosto, fechas que Osakidetza ha fijado como origen del foco.
A falta de conocer -se sabrá a lo largo de esta mañana- si las pruebas de ayer arrojan nuevos casos positivos, sobre la mesa ya se tienen los resultados del primer día, que dejó una alta asistencia (242 acudieron a la cita de los 250 convocados) y siete nuevos contagiados, cinco más que tras el primer testeo en Mungia.
A la prueba se enfrentaban ayer Martín Gereki y Miren Bidaurrezaga. «Tomamos un día un vino en la terraza con distancia, así que en principio no deberíamos por qué preocuparnos, pero venimos por descartarlo», comentaron estos vecinos de Mungia antes de acceder a la prueba. «No tenemos síntomas y en nuestro caso han pasado ya doce días, eso nos tranquiliza, aunque nunca se sabe», añadían después.
Muchos buscan con la prueba precisamente eso, borrar sospechas. Son conscientes de que estuvieron, más o menos tiempo, en un foco del virus y ahora quieren minimizar riesgos. Una preocupación que extienden pensando en las personas del vínculo más cercano. «Me hago la prueba por mí, pero también por mi círculo cercano, es gente de riesgo», confesó Julen Vélez.
En su caso, la estancia se limitó a lo que tardó en realizar una apuesta en una máquina. «Toqué una pantalla que vete tú a saber cuánta gente la habría tocado antes. Hasta la prueba he estado confinado», añadía. Aitor Barrón, por su parte, se mostraba optimista. «Bajé a tomar algo con unos amigos que habían estado de cena. Todos han dado negativo, pero me la quiero hacer por descartar y seguridad, en dos días además voy a una boda», explicó este vecino, que conocerá hoy el resultado de su prueba.
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