Servicios mínimos en la huelga de Osakidetza: como un festivo en los hospitales y un sábado en los ambulatorios

Los servicios mínimos establecen también que las unidades de emergencias, entre las que se incluyen las ambulancias, y los puntos de atención continuada (urgencias extrahospitalarias) deben funcionar al 100% de su capacidad. Los call center tendrán que estar atendidos por el 50% de su plantilla.

En el caso concreto de los hospitales la orden detalla que deben contar, al menos, con el personal habitual de un festivo, «los servicios de urgencia, cocina, reparto de comida, la limpieza estrictamente necesaria para el funcionamiento de estos servicios y la atención debida a personas enfermas hospitalizadas». Los equipos médicos y quirúrgicos de los centros contarán con un mínimo de la plantilla equivalente al de una guardia. Se mantendrán, también, los procesos de diálisis y tratamientos oncológicos ya programados, así como los indemorables.

Estos son los servicios mínimos para garantizar el funcionamiento básico del sistema sanitario vasco. Pero muy previsiblemente Osakidetza funcionará a una mayor capacidad. El derecho a la huelga es voluntario y habrá una parte significativa de los 42.302 trabajadores del Servicio Vasco de Salud que decidan acudir este jueves y viernes a su puesto de trabajo. Otro grupo, también relevante, secundará los paros convocados por los sindicatos ELA, SATSE, LAB, SME, CCOO y UGT, y a la que se ha sumado ESK.

Las centrales quieren denunciar con esta huelga el «deterioro» de Osakidetza y reclamar una serie de mejoras laborales para la plantilla. Entre ellas el resolver la OPE del pasado año antes de realizar los exámenes de la convocada para este verano, mejorar los procesos de contratación, abonar el complemento del 4% a los trabajadores del Centro Vasco de Transfusiones, convocar una nueva edición de la carrera profesional, aumentar la inversión en Atención Primaria y ajustar las carteleras de pacientes.

En el caso de la atención sanitaria, el Gobierno vasco debe hilar fino a la hora de fijar la cantidad más reducida de profesionales que deben acudir a su empleo, para conjugar el derecho a la huelga de los profesionales y el de la ciudadanía a que se salvaguarde su salud. El Departamento de Trabajo argumenta en su orden que es preciso garantizar el «mantenimiento pleno de los servicios de urgencia, ya que, si los mismos no actúan con la máxima premura, podrían perderse, incluso, vidas humanas».

También establece que debe garantizarse la «atención debida del paciente hospitalizado». Y que para ello cada hospital debe presar el servicio con «un número imprescindible de personas capaz de garantizar que los enfermos reciban los medicamentos precisos perfectamente administrados, la debida higiene y la alimentación», de forma que la «integridad, tanto física como moral» de estos usuarios «no se deteriore».

Fuentes del Departamento de Trabajo indican que los servicios mínimos que se han fijado para esta huelga de dos días en Osakidetza que arranca mañana son los que se establecieron de forma habitual en los últimos paros convocados en el Servicio de Salud antes de la pandemia.