Los especialistas han detectado en la residencia Elorduy de Barrika el séptimo foco en las últimas dos semanas. PEDRO URRESTI

El coronavirus invade las residencias: dos muertos y un brote con 33 casos en Barrika

Son los primeros decesos por el virus desde julio en estos centros, mientras se detecta un brote en Barrika con 33 usuarios positivos

Sábado, 22 de agosto 2020

El coronavirus vuelve a segar vidas entre los usuarios de las residencias de Bizkaia, donde no se registraban fallecimientos por esta causa desde el primer día de julio. La Diputación comunicó ayer el deceso de dos mayores, ambos con «graves patologías previas». Una de las ... víctimas estaba ingresada en el hospital y otra, en el centro Birjinetxe de Txurdinaga, en Bilbao, donde se deriva a mayores infectados para que sean cuidados y evitar contagios secundarios en sus residencias de origen. Son las primeras muertes «de la segunda ola de la pandemia» entre los usuarios de la red, según el Departamento de Acción Social. Y se suman a la lista negra de víctimas que el patógeno dejó en los geriátricos vizcaínos entre marzo y junio, 292, aunque hay sospechas de que se cobró otras 32 vidas.

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El virus se volvió a colar hace apenas dos semanas en los centros. El 9 de agosto, la Diputación anunció la detección de un brote en una residencia de Bilbao La Vieja. Entonces, había tres personas hospitalizadas con coronavirus procedentes de al menos dos geriátricos y 12 se recuperaban en Birjinetxe. Ahora, la cifra de usuarios contagiados se eleva al menos a 154 porque los equipos de intervención rápida de la institución foral realizan a diario cribados masivos y ya han detectado siete brotes en este plazo. Los profesionales descubrieron ayer el último en la residencia Elorduy de Barrika. Los especialistas lo descubrieron cuando dos de sus usuarios, que estaban hospitalizados, dieron positivo. Realizaron el test a 67 mayores y a 39 profesionales. En la mañana de ayer se supo que otros 31 usuarios y al menos cuatro de los trabajadores se habían infectado. La mayoría de los ancianos, 27, no padecían ningún síntoma.

El de Barrika es el brote que suma el mayor número de afectados. El anterior fue confirmado el jueves en la residencia del IFAS de Elorrio y el resto han sido controlados ya en geriátricos de Bilbao La Vieja, Zamudio, Zorroza, Gallarta e Indautxu. Pese a los mecanismos de detección precoz y aislamiento, la cifra de contagios entre los mayores sigue creciendo.

El temor es patente. Y es que el viernes, se contabilizaban 123, de los que nueve estaban hospitalizados, el triple que dos días antes: 55 seguían en los equipamientos en los que residen habitualmente, 26 permanecían en el equipamiento Truiuondo de Zamudio, 28 en el centro IMQ Igurco de Zorrozgoiti, en Bilbao, y otro usuario en la Fundación Miranda de Barakaldo. En Birjinetxe, mientras, se atendía a 59 procedentes de distintas residencias, además de a otras 18 personas en situación de fragilidad que están realizando allí la cuarentena. A todos ellos se suman los 31 positivos detectados ayer en Barrika. Desde el 8 de agosto, otros cinco usuarios de la red de residencias de Bizkaia se han recuperado de la infección y ya son 1.626 a lo largo de toda la pandemia.

68 trabajadores afectados

Entre los trabajadores, las bajas también se están disparando. El viernes había 68 positivos en el colectivo, a los que se sumaron ayer los empleados de la residencia Elorduy. Otros 73 estaban en aislamiento a la espera de que se confirme si están infectados.

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El virus encuentra en las residencias el entorno idóneo para expandirse y hacer daño. Son espacios cerrados donde residen personas vulnerables y donde se incrementa la transmisión y la probabilidad de impacto de la infección, según los expertos. En el peor momento de la pandemia, medio centenar de las 155 residencias de la provincia llegaron a estar afectadas. Para evitar que el virus haga estragos, la última orden de la consejera de Salud, Nekane Murga, insiste en que los trabajadores que se incorporen después de un permiso o de sus vacaciones deberán realizarse una prueba con 72 horas de antelación como máximo. Los nuevos ingresados también. Además, se repetirá de forma periódica a trabajadores y a usuarios.

Los centros deberán permitir al menos dos visitas semanales

El diputado de Acción Social, Sergio Murillo, firmó una nueva orden foral el jueves que estará en vigor hasta que mejore la situación sanitaria para regular las visitas a residencias de mayores, personas con discapacidad y menores vulnerables. En general, se limitarán a una al día por persona, con una duración máxima de una hora. Habrá excepciones cuando el usuario se encuentre al final de la vida o cuando así lo determinen los equipos disciplinares de los centros. Las residencias deberán posibilitar, como mínimo, visitas dos veces por semana a cada usuario, y preferiblemente las realizará el mismo allegado. También están obligadas a completarlas con videollamadas u otros medios telemáticos. Si la persona residente está diagnosticada de coronavirus, los visitantes deberán utilizar «equipos de protección individual completos con mascarilla FFP2, guantes, pantalla, calzas y bata». En todos los casos, se extremarán las medidas de higiene de manos y el uso de EPIS. Los visitantes permanecerán al menos a dos metros de otras personas. También se evitará que se crucen con otros residentes y familiares.

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