Salud mantiene abiertas aulas con «hasta 10» alumnos positivos en covid

Pero esto no significa que la pandemia haya dado un respiro a estas edades. Tal y como explicó el propio consejero Jokin Bildarratz el pasado lunes en el Parlamento vasco, este desplome drástico responde a la suavización del protocolo de detección de contagios en los centros educativos. Incluso más de lo que se preveía, ya que fuentes sindicales y colectivos implicados confirmaron ayer a este diario que en algunos centros escolares de la comunidad hay bastantes clases con «más de cinco alumnos» positivos en covid y algunas con «hasta diez» y no se han clausurado.

La decisión de enviar a casa a todos los niños de un aula corresponde al Departamento de Salud. El área que dirige Gotzone Sagardui, sin embargo, no ha fijado un número mínimo de casos en una clase para confinarla. En el anterior trimestre, en los cursos de Primaria e Infantil -entonces las franjas sin inmunizar-, bastaba con que un crío diera positivo para obligar al resto de compañeros a guardar cuarentena.

Ahora, a partir de cuatro en Infantil y de cinco en Primaria, Salud valora la posibilidad de que sigan aislamiento preventivo o de realizar pruebas diagnósticas -cabe recordar que Osakidetza solo rastrea ya a los niños de riesgo por la saturación de la Atención Primaria-.

Así figura en el protocolo vasco para los colegios. El estatal, en cambio, recomienda que a partir de cinco casos se decrete el cierre de la clase, pero en Euskadi no se está siguiendo. Fuentes del Departamento de Salud recordaron que la Red de Vigilancia y Rastreo «valora cada situación y toma la decisión oportuna». Se realiza en base a varios criterios, como la situación epidemiológica de la zona y del propio centro o la edad de los escolares. Sin embargo, según ha podido saber este diario, algunas OSI están comunicando a determinadas escuelas que «hasta que no haya un 50% de alumnos contagiados en una misma clase no se va a proceder a cerrarla».

Bildarratz ha reiterado en varias ocasiones durante las últimas semanas que existe una apuesta fuerte por garantizar la educación presencial en los colegios vascos. La comunidad educativa también asume la necesidad de 'normalizar' la ola ómicron, porque la mayoría de casos que provoca esta variante son leves y por el avance de la campaña de inmunización infantil, con más de la mitad de los menores de 12 años que ya han recibido el primer pinchazo. Al final, ayuda a evitar el quebradero de cabeza que supone para los progenitores tener a sus hijos en casa, un obstáculo para la conciliación de la vida laboral y la familiar. También facilita el trabajo del profesorado, a quien no agrada impartir lecciones a través de una pantalla de ordenador, además de afectar de manera negativa al proceso de formación de los menores.

«En ningún momento reclamamos cerrar clases, pero es evidente que hay una flexibilización y no se quiere decir que se está haciendo», afirmó Nagore Iturrioz, portavoz de Steilas, el sindicato mayoritario en la red pública vasca. Desde las centrales advierten de que la falta de unas pautas concretas está causando «gran incertidumbre» a las direcciones de los centros.

Profesionales consultados por este diario aseguran que los colegios están enviando los correspondientes avisos de que cuentan con aulas con más de cinco positivos y no se realiza ninguna actuación. Tanto en sindicatos como entre los profesionales del gremio se ha extendido la creencia de que el Gobierno vasco no va a confinar aulas salvo en casos muy extremos. «Es evidente que han decidido no cerrar clases. El desarrollo de la pandemia con ómicron es otro», apunta Julen Llanos, portavoz de Educación en Comisiones Obreras.