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AITOR ANSA
Viernes, 2 de diciembre 2022
El cese ayer de la cúpula directiva del Hospital Donosti ha provocado un terremoto sin precedentes en la mayor organización sanitaria integrada de Gipuzkoa, el centro de referencia para una población cercana a los 400.000 habitantes y que da servicio a toda la comarca. ... A primera hora de ayer se daba a conocer la destitución fulminante de la hasta entonces directora gerente del centro, la tolosarra Itziar Pérez, por desavenencias con la dirección de Osakidetza y el Departamento de Salud del Gobierno vasco, y pasadas las dos de la tarde se oficilizaba también la salida de la directora médica del Hospital Universitario Donostia, la elgoibartarra Idoia Gurrutxaga, por motivos similares. Toda esa crisis interna en el complejo guipuzcoano dejó una imagen inédita hasta el momento: el plante de una treintena de jefes de servicio y supervisores del hospital, que se concentraron pasadas las ocho de la mañana, antes incluso de darse a conocer la expulsión de Gurrutxaga, en las escaleras principales de entrada del centro para denunciar estas salidas y mostrarles su apoyo.
Fue el jueves a mediodía cuando la directora general del Servicio vasco de Salud, Rosa Pérez, comunicó a la hasta ayer directora gerente de la OSI Donostialdea, Itziar Pérez, su cese «por considerar que no estaba alineada a la dirección general de Osakidetza y del Departamento». A pesar de que su despido no se dio a conocer hasta ayer a primera hora, los rumores de su salida comenzaron a correr entre los pasillos del hospital la misma tarde del jueves. Hacia las 14.10 horas de ese día, los jefes de servicio del centro médico recibieron un correo electrónico donde se les convocaba para una «asamblea urgente», aunque no se concretaba el motivo. Una cita que media hora más tarde era desconvocada con la prohibición por parte de los servicios centrales de celebrar esa reunión y con el rumor del cese de la gerente en el aire.
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A pesar de ello, una treintena de jefes de servicio y supervisores de la OSI de Donostialdea se concentraron hacia las 8.15 horas frente a la entrada principal del complejo guipuzcoano para denunciar el «inexplicable» cese de Itziar Pérez y mostrar así su apoyo a la tolosarra. «Es un paso más en una gestión ciega y alejada», lamentaban en un perfil creado por los propios profesionales en las redes sociales.
Misiva interna
La tolosarra estaba en el cargo desde enero de 2019, cuando sustituyó al irundarra José Manuel Ladrón de Guevara. Anteriormente había sido la encargada de dirigir la OSI Bidasoa durante seis años. Estudió Medicina Familiar en Pamplona e hizo su residencia en el Hospital de San Sebastián. Trabajó después en Atención Primaria en el centro de salud de Villabona y formó parte de la Unidad Docente de Medicina Familiar en el Hospital Universitario Donostia.
En una misiva interna al personal sanitario del centro, la propia Pérez se despedía de los hasta entonces compañeros agradeciéndoles «el compromiso y el esfuerzo que realizais cada día para mejorar la atención a nuestros pacientes, sois los que verdaderamente lo hacéis posible».
Lejos de apaciguarse la crisis, la situación fue agravándose con el paso de las horas cuando pasadas las dos de la tarde el Departamento de Salud decidía cesar otra pieza de la cúpula directiva del Hospital Donostia, a la directora médica Idoia Gurrutxaga. La elgoibartarra, que había accedido al cargo en mayo de 2013, conocía su despido mediante una llamada telefónica de «un minuto» en la que nuevamente la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez, le anunciaba la decisión tomada por parte de la consejería que encabeza Gotzone Sagardui.
Estas destituciones llegan en plena crisis de atención sanitaria tras la pandemia y el problema acuciante de la falta de médicos, que ha llevado incluso al recorte de horarios en varios centros de Atención Primaria en la comarca que da servicio a la capital guipuzcoana. Asimismo, las aguas ya bajaban revueltas en el seno de la OSI Donostialdea con las recientes renuncias de la directora general de recursos humanos del hospital, Esther Litago, y el director de integración de la OSI, Carlos Barruso, sumado al cese de la subdirectora de Relaciones Humanas, que se añade a estas dos últimas salidas en la cúpula directiva en menos de 24 horas. Una de las causas que están detrás de la crisis abierta en la OSI Donostialdea es el proceso de integración que se está llevando a cabo con Onkologikoa.
Otro de los motivos de estas salidas es la preocupación de la dirección en cuanto a la gestión de los servicios asistenciales que Osakidetza estaría pensando llevar a cabo. Fuentes sanitarias aseguran que Salud quiere trasladar servicios como el de peritonectomia del hospital Donostia a Cruces, lo que habría provocado la indignación de la directiva donostiarra.
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