Sagardui afirma que los vascos se encuentran «cerca de poder vivir de otra manera»

En este sentido, en una entrevista concedida a Euskadi Irratia, recogida por Europa Press, la máxima responsable sanitaria en el País Vasco ha adelantado que la curva subió «un poco» este domingo, tras 62 días consecutivos de bajada continuada. «Debemos estar atentos», ha advertido la dirigente jeltzale a la vez que ha vaticinado que habrá que usar mascarilla «por mucho tiempo».

Por tanto, optimismo y precaución. Dos términos que deben ir de la mano en esta fase de la pandemia, en la que el objetivo es situarse en una incidencia de menos de 60 casos por cada 100.000 habitantes, la meta fijada por el Ejecutivo autonómico para hablar de una estabilización en la transmisión del virus. «Parece que nos acercamos a estar mejor. La pandemia es mundial, y para darla por terminada no debemos mirar solo a Euskadi, sino en general. Soy optimista porque, con los datos que tenemos ahora en Euskadi, estamos cerca de poder vivir de otra manera en nuestro entorno», ha señalado Sagardui.

El mismo mensaje ha lanzado en la comisión de Salud, donde ha señalado que «si el virus no sorprende con nuevas mutaciones, pronto vamos a tener una situación de casi normalidad. La pandemia no habrá acabado, pero conviviremos con el virus con normalidad». La situación epidemiológica se encuentra en los mejores niveles desde el verano pasado y la reducción de las interacciones sociales por el fin del verano y el inicio del curso escolar ha ayudado a que la tendencia siga a la baja. «Después de meses diciendo 'vamos bien, pero no estamos bien', por fin, puedo decir 'vamos bien y estamos casi bien'», ha señalado la consejera.

Por otro lado, la consejera se ha referido a los botellones como un «problema de solidaridad». Estas aglomeraciones en las que la chavalería se desentiende de las principales medidas de seguridad frente a la pandemia preocupan sobremanera a las autoridades políticas. Este fin de semana se han repetido en Bilbao y en Getxo, con concentraciones masivas de miles de jóvenes hasta altas horas de la madrugada.

Las declaraciones de Sagardui van en la línea de las vertidas la semana pasada por otros dirigentes del Gobierno vasco, que auguraban que este fenómeno no terminará con el fin de la pandemia y que requerirá de soluciones en un futuro. La titular del área ha abogado por realizar una «profunda reflexión» sobre la manera en la que las generaciones más tempranas disfrutan de su tiempo de ocio. «La clave es cómo celebramos y qué necesitamos para celebrar», ha explicado. Sagardui ha reconocido que los jóvenes han estado durante mucho tiempo «sin ver a los amigos o sin poder hacer las cosas que nos gustan», pero ha recordado que no hay que olvidar y «entender en qué momento estamos».

Aglomeraciones de este tipo, a su juicio, «ayudan a que nos contagiemos». «No entiendo que pasarlo bien tenga que estar unido a esos comportamientos que hemos visto. Hay una falta de respeto hacia el otro, y es muy grave en lo que se refiere a la situación sanitaria. Me preocupa como consejera de Sanidad, pero también como ciudadana, ver las maneras de pasarlo bien que tenemos. No es la mayoría, pero sí muchos, y deberíamos hacer una profunda reflexion al respecto, porque es inadmisible», ha señalado la dirigente jeltzale, que ha advertido que la vacunación de los veinteañeros aún está lejos del 85% requerido para reabrir las lonjas juveniles.