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Poder viajar a las comunidades vecinas no es un asunto baladí para las decenas de miles de vascos que tienen allí su segunda residencia para las vacaciones. Y tampoco lo es para los territorios que se benefician de esa especie de invasión; especialmente, Cantabria. Su ... presidente, Miguel Ángel Revilla, lo tiene claro: la muga situada en El Haya se debe abrir el próximo lunes para que la temporada estival comience de inmediato. «Nosotros debemos tener la capacidad, es lo que se acordó con el Gobierno», afirma con rotundidad en declaraciones a EL CORREO.
La rectificación pública del Ejecutivo central ha pillado con el pie cambiado al mandatario regionalista, que daba por hecho que las administraciones territoriales tendrían la llave para desbloquear sus fronteras una vez que se alcanzara la fase 3 de la desescalada a ambos lados. «Se nos dijo que a partir del día 8 teníamos la capacidad de negociar el flujo de personas siempre que estemos en igualdad de condiciones», explica en referencia a la última teleconferencia que los líderes autonómicos mantuvieron con Pedro Sánchez el pasado domingo.
Revilla, de hecho, confiesa haber mantenido ya conversaciones con el Gobierno vasco para lograr un acuerdo bilateral e incluso propuso al lehendakari, Iñigo Urkullu, «una declaración o reunión conjunta» en la que escenificar la decisión. «Somos dos comunidades con muchísima relación», justifica. Ahora, ante el volantazo que dio ayer el Ministerio de Sanidad, el presidente cántabro exige una «aclaración» al Gobierno para que el asunto se esclarezca antes del lunes.
El líder del PRC conocía de antemano la propuesta que el Ejecutivo vasco ha presentado públicamente este martes y ya había mostrado su apoyo al lehendakari «de forma absoluta», un respaldo que mantiene después de que Moncloa haya rebajado las expectativas. «Cantabria se suma a la declaración de Euskadi. Me apunto a esa tesis y estoy de acuerdo en que podamos decidir entre nosotros si abrimos el paso», insiste.
Revilla realiza una defensa a ultranza del levantamiento de la restricción especialmente entre Euskadi y Cantabria porque «no hay dos territorios en España con más relación humana. No hay más que ver el movimiento en la autovía más utilizada del país, la que conecta Bilbao con Santander. Son zonas muy cohesionadas, humanamente somos casi lo mismo». El dirigente, además, incide en la necesidad de «salvar» el verano cántabro, dependiente en gran medida de los ciudadanos vascos: «Ésta es su casa».
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