Séptimo revés judicial a las restricciones propuestas por el Gobierno vasco

La Justicia anuló el decreto que obligaba a cerrar los pubs y discotecas a la 1.30 al no ver demostrado que fueran focos de contagio. El mismo día Sanidad anunció que pocos días después cerraría el ocio nocturno en toda España.

Frena la idea de limitar las reuniones a 6 personas, al entender que es inconstitucional porque limita un derecho fundamental sin el paraguas del estado de alarma. Días después entraría en vigor el segundo estado de alarma.

Decreta la reapertura de la hostelería en los municipios en zona roja al anular los cierres automáticos. Alega de nuevo que no está demostrado que la hostelería suponga «un elevado riesgo cierto para la salud pública».

En vísperas del fin del segundo estado de alarma, impidió al Gobierno vasco establecer limitaciones a la movilidad, a la reunión y toques de queda, al ser derechos fundamentales que escapan del ámbito autonómico.

Dicta que el uso de mascarilla en las playas y piscinas solo será obligatorio «si no fuera posible mantener» la distancia interpersonal de 1,5 metros.

Eleva al 60% –como en el resto de España– los aforos en Primera y Segunda división de fútbol al valorar que el 30% no está justificado en la situación actual.

El Ejecutivo autonómico se volvió a dar de bruces con los tribunales a la hora de solicitar el aval judicial a una de las limitaciones que quería poner sobre la mesa para frenar el avance del coronavirus. Esta vez, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) no dio luz verde a la puesta en marcha del pasaporte covid en restaurantes y locales de ocio. No obstante, tras recurrir la decisión, el Tribunal Supremo enmendó la decisión del TSJPV y avaló la propuesta del Gobierno vasco.

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha rechazado este martes la prórroga durante otras dos semanas del pase sanitario reclamaba el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. En la misma línea, ha rechazado igualmente que se extienda su uso a hoteles, alojamientos turísticos, y salas de juego y apuestas, como también pedía el Gobierno vasco. No obstante, no desaparece del todo. Sigue siendo necesario para acceder a establecimientos de ocio nocturno y restaurantes con aforo permitido para más de 50 comensales, tal y como empezó a pedirse en un primer momento en noviembre.