Mikel Sánchez ha anunciado esta mañana que los lotes de mascarillas defectuosas enviadas los hospitales vascos por el Ministerio de Sanidad han sido ya retirados «en su totalidad». Una buena noticia que se suma al importante descenso de contagiados en las tres provincias y que garantiza que los héroes de esta guerra sin balas, los sanitarios, puedan trabajar con algo menos de riesgo para ellos y sus familias.
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El material forma parte de un envío distribuido por el Ministerio de Sanidad y, según adelantó el sábado este periódico, fueron usadas en los hospitales de Cruces, Basurto, Gorliz y Santa Marina, todos en Bizkaia.
El lote original, de la marca Gerry Galaxy, contenía 124.000 protecciones del tipo fpp2, que se utilizan para prácticas quirúrgicas, de mayor riesgo, por ejemplo, que el traslado en camilla de un paciente, que requiere el uso de un filtro menos robusto. Osakidetza repartió 13.200 de ellas, según la consejera Murga, «que no quiere decir que todas fueran defectuosas», matizó. Ya han desaparecido de los hospitales.
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