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El millar de personas mayores que viven en residencias de Álava y sus familias verán alterada su rutina como consecuencia de la expansión del virus Covid-19 en el territorio. El Gobierno vasco y las diputaciones decidieron ayer limitar las visitas que se pueden recibir ... a solo una por interno. Todo con el objetivo de protegerles de este virus que se está ensañando especialmente con ellos. Ayer, sin ir más lejos, se registraron catorce casos en un centro de Madrid, incluida una auxiliar de enfermería. Según ha podido saber EL CORREO, la medida restrictiva -similar a la adoptada en los hospitales vascos- se adopta en las residencias públicas, pero también se ha comunicado a aquellas de titularidad privada para que las apliquen.
Esto supone dar un paso adelante en las medidas de prevención después de que ya se restringiese el acceso a los trabajadores y visitantes con fiebre en las residencias que el ente foral gestiona de forma directa (Ajuria, Lakua, Oion, Sallurtegi en Salvatierra, Samaniego, San Antón de Armuru en Amurrio, San Roque en Llodio, Txagorritxu y Zadorra). Además, en los últimos días también se habían anulado todas las salidas y actividades previstas en el exterior.
Siguiendo la estela de las limitaciones fijadas por Osakidetza para los centros hospitalarios en las últimas jornadas, Álava ha suspendido también las prácticas que estaban desarrollando en el Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS). Fuentes consultadas por este periódico explican que también se han desconvocado todas las reuniones y formaciones de más de diez personas o se han buscado maneras de hacerlas de forma no presencial. Esta semana se canceló un curso que iba a contar con 43 asistentes en la Casa de la Cultura Ignacio Aldecoa, en el parque vitoriano de La Florida.
También se han suspendido todos los permisos que se habían concedido para que sus trabajadores se formasen lejos del ente foral. Todo con tal de contar con el personal suficiente y que éste no se vea contagiado por algún otro compañero del sector sanitario, un colectivo que se pretende proteger de forma especial. Las medidas también se extienden a los trabajadores de centros de personas con algún tipo de discapacidad y que pueden sufrir problemas de salud que les hacen más vulnerables ante el contagio del Covid-19.
Precisamente, la residencia que Sanitas tiene en el barrio vitoriano de San Martín ha decidido en este sentido ubicar a sus internos en habitaciones individuales. Se trata de una medida de prevención después de que un residente que llevaba ingresado cinco días en el hospital Txagorritxu diese positivo el miércoles por el virus procedente de la región china de Wuhan. Portavoces de la firma proveedora de servicios de salud mantienen que la infección se produjo lejos de la residencia, pero «por si acaso» también se mandó a siete de sus trabajadores a su casa, pese a que no manifiestan ningún síntoma como fiebre o tos seca.
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